El mensaje de Marko Cortés, en lo particular, está fuera de contexto, y en lugar de verlo como una “suspensión temporal de la Alianza”, parece más una “declaración entripada” o “berrinche político” por el absolutismo que le confiere a Alejandro Moreno: Alito es el PRI.
Sí, a simple vista, la imagen de Alito representa por el cargo de dirigente del partido, los intereses de los militantes, pero creo que en esta ocasión, no necesariamente… es seguro que muchos de los priístas “de coraza”, dijeran en el barrio, les haya caído como patada de mula, la propuesta tricolor que muchos consideran es un traje a la medida para el Presidente y su pretensión de calderonizar al País… perdón: militarizarlo, o como dijo Alito y su grupo de diputados afines: “alargar las labores del Ejército en materia de seguridad hasta 2028”.
Luego entonces, qué hubiera pasado si Marko Cortés particulariza su declaración enfocando sólo al líder de bancada y al presidente del partido: Aejandro Moreno, y a la vez, invitar a esos priístas que no están de acuerdo con su dirigente, a continuar con la alianza… creo que allí se vería a los priístas que están por convicción con la institución y no con el hombre…
Hacerlo de ese modo implicaría ver a Marko como ajedrecista: pones en jaque al Rey pero no tocas al resto de las fichas.
Bueno, quien ya dio el primer paso, fue el panismo, pero el priísmo…
La serie de eventos que se desencadenan con esta propuesta del Revolucionario, a todas luces a favor de las pretensiones del Presidente, obligan a los priístas nuevamente a reflexionar sobre la permanencia de Alejandro Morena al frente del partido teniendo a la vuelta de la esquina una elección sumamente relevante como la que se avecina en el 2023 en el Estado de México.
La posición en que se puso de pechito el mismo Alito, abrió un resquicio para voltear al viejo príismo… sí, porque en sí, Alejandro Moreno no deja de ser un babysaurio, sobreviviente de los orgullos del peñismo, forjado por el Institucional desde sus cimientos como dirigente juvenil, de los tiempos de Américo Zúñiga, Miguel Macías, Fofo Ramírez Arana y otros que hoy ya van arañando la categoría de “chavo-ruco”.
Entre esos viejos priístas que alzan la cara por el partido, ya se vio hace unas semanas, a Beatriz Paredes Rangel y hoy, ese priismo que se resiste a morir en manos de un babysaurio, voltea a ver a Miguel Ángel Osorio Chong…
Y la pregunta empieza a permear el ambiente: ¿Osorio Chong al PRI?
A Alito le queda todavía un año al frente del partido, y a como están las cosas electorales, en una de ésas se la prolonga hasta el 2024… todo depende… o dependerá de la militancia, de esa militancia que va quedando en el otrora Partidazo.
Mientras, a esperar la Calderonización del país… o militarización, como guste decirlo… Es curioso, porque el PAN tiene la gran oportunidad de dar un golpe político gracias a Alito que lejos de ayudar a su partido, pareciera que lo hunde más… Si hubiera que resumir la situación de Marko Cortés y Alejandro Moreno en un meme, les diría que más que un cuchicheo al oído, Adán Augusto López Hernández le dio un piquete de costillas a Alito…
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