EN ALGÚN momento, no hace mucho tiempo, Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, declaró que no deseaba buscar la posibilidad de convertirse en candidato a la presidencia de la república, principalmente, por no encontrarse, todavía, listo para encarar una responsabilidad de esta magnitud. Sin embargo, fuera de su propio ámbito personal, el solo hecho de haberse mencionado que podría ser avalado por el partido político de Dante Delgado Rannauro, comenzaron a crecer, de alguna manera, las expectativas de gran parte de los mexicanos, acerca de su nominación.

No se sabe, hasta estos momentos, que es lo que se esté tejiendo en Movimiento Ciudadano, respecto de este asunto, donde hay muchas opiniones a favor de que el joven Colosio, acepte este importante reto, porque sería, sin duda alguna, otra cara de la política nacional que el mismo pueblo mexicano, necesita para poder mantener la confianza en sus gobernantes. Este podría ser el momento preciso, aunque sea temprano todavía, para los proyectos políticos del hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ex candidato del PRI a la presidencia de la república, asesinado en Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California.

El joven Colosio, ha venido creciendo políticamente bajo los auspicios del partido naranja y seguramente seguirá dentro de esta organización, como la nueva promesa política de México. Cierto que necesita mayor experiencia política y sobre todo, realizarse más dentro de este quehacer, pero su participación en el próximo proceso electoral, contaría, además del partido político que lo respalda por ahora, también con gran parte de las juventudes políticas de México, incluyendo a las del PRI, algunas del PAN y hasta del propio partido político en el poder, porque este sector es menos vulnerable a los dogmas políticos que hoy se imponen dentro del régimen político que gobierna.

Pero, hay algo más que impide la decisión del joven Colosio, es decir, el temor, sin duda, entendible, de lo que pudiera pasarle durante una incursión política de esta naturaleza, atendiendo los acontecimientos en que su padre, perdiera la vida, y tal vez, por ahí se encuentre fincada la indecisión a ser candidato presidencial, aunque los tiempos y las circunstancias políticas parezcan haber cambiado desde aquellos trágicos hechos de la candidatura de su padre.

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LOS TRES ASPIRANTES DE MORENA, EN VERACRUZ.

CONFORME VA PASANDO el tiempo, se van definiendo las aspiraciones políticas de tres personajes, plenamente identificados ya en el ambiente político de la entidad veracruzana, correspondientes a Morena, para participar en la sucesión gubernamental. Todo parece indicar que será con estos tres aspirantes, que la misma militancia del movimiento político en el poder, viene respaldando para llegar, finalmente, a la nominación correspondiente. Se mueven, sin embargo, otras posibilidades dentro de este movimiento, pero hasta este momento, todo mundo supone que esta será la terna que el presidente tenga en sus manos para poder manejar el asunto sucesorio en Veracruz.

Así que estos son los nombres que ya no se moverán del tablero político de la entidad veracruzana: Rocío Nahle, con pocas posibilidades de alcanzar esta oportunidad, por más promoción que le hagan desde palacio de gobierno. Todo parece ser que no aterriza bien en la conciencia popular de los veracruzanos. No la conocen y no hay manera, por ahora, que la puedan conocer, cuando menos en el corto plazo que ya existe para la campaña política a realizarse en el dos mil veinticuatro.

Por otra parte, existe, todavía, con cierta insistencia política, la aspiración de Sergio Gutiérrez Luna, quien no ha logrado entrar definitivamente en el ambiente político de Veracruz, por más esfuerzos que hace. Pocos lo ven como candidato a la gubernatura, porque le falta algo importante que es el arraigo popular, es decir, su identificación directa con el pueblo.

Y finalmente, la tercera opción que está representando para Morena, el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuill, que tan solo con los votos que tiene asegurados en Xalapa, y los municipios aledaños, rebasa, en gran parte, a los que pudieran tener en estos momentos, en todo el Estado, los dos aspirantes ya citados anteriormente. De cualquier manera, la decisión está en el aire que corre, allá, en el altiplano.

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BLOQUE OPOSITOR, EN TRANCE.

DERIVADO, QUIZÁ, de los acontecimientos políticos suscitados recientemente con los acuerdos nacionales de la coalición, en Veracruz, parece que el bloque opositor, se encuentra en trance.

No hay, que se sepa, acciones que busquen fortalecer este proyecto político que pretende, entre otras cosas, garantizar un nuevo resultado de la sucesión gubernamental.

Falta, sin duda, operación política coordinada, debido, en cierta forma, de lo ya comentado anteriormente y que tiene que ver con la indecisión de la cúpula política de los principales partidos políticos de oposición, para concretar, en serio, la conjunción de esfuerzos para participar en el proceso electoral más importante que se aproxima y que tiene que ver con la sucesión presidencial.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.