Según datos filtrados por los famosos “Guacamaya Leaks” se confirmó que efectivamente las fuerzas federales tenían intervenidos el teléfono de Winckler Ortiz, además de espiar las llamadas entre sus familiares y amigos, conociendo su ubicación un mes antes, pues pretendía pasar “vacaciones” con ellos.
Entre la cúpula Yunista, saben perfectamente que Jorge Winckler con tres diferentes números telefónicos (antes de ser aprehendido), sostenía llamadas con Marijose Gamboa y Jaime de la Garza, quienes eran los enlaces para hablar con el “jefe” y los hijos, y que la instrucción 3 días antes de su detención fue cortar toda comunicación con Winckler, o sus abogados.
Y es que no es para menos, astutamente, los Yunes azules intuyen que tanto Jorge como Rogelio Franco Castán son monedas de cambio para ellos, en estos momentos donde MORENA volverá a ganar la gubernatura en el 2024 y que luego de los señalamientos de desvíos de recursos públicos en el bienio azul, tanto el daño patrimonial provocado en la administración porteña a cargo de Fernando Yunes, estarán buscando total impunidad.
Mientras tanto, de Winckler ni se acuerdan.
Ya veremos sí el abogado azul sigue aguantando esta traición o no.
Esperemos.
POR CIERTO, después de un presunto daño patrimonial de más de $93 millones de pesos como alcalde de Medellín de Bravo, el panista Polo Deschamps no debería de estar muy tranquilo, (aun y cuando presuma tener la protección del secretario de gobierno Eric Cisneros).
Se sabe que el Congreso del Estado estará revisando con lupa cada cuenta pública de los 212 municipios, y que de ahí se dependerá si aprueban o no las propuestas presentadas por el Órgano de Fiscalización Superior.
A Polito lo traen en la mira.
@IvanKalderon
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