Y lo que hubiera sido el clímax de la fama pública y el agradecimiento ciudadano en favor de Ricardo Ahued, se ha traducido, más en estos días de fiestas de fin de año, en señalados recordatorios familiares y no precisamente en modo piropo.
Basta salir a las calles –no te atrevas en tu automóvil-, intentar cruzar una calle en obra, salir de tu domicilio y ver la calle levantada sin trabajador alguno que se aplique en el avance de la obra, para calar el enojo ciudadano.
Que si toda obra produce molestias temporales y beneficios permanentes, como dice la propaganda oficial, alivia, pero la percepción cambia cuando se te poncha una llanta, cuando caes en un profundo bache o cuando observas que tu calle y casa están hasta el cepillo de polvo.
La temporada de lluvias recrudeció el problema de la vialidad; los atascones en 50 frentes en obra, están peor que en la Merced de la ciudad de México y la basura tiene hecha un asco la ciudad, una ciudad maloliente, apestosa y taponada por el drenaje (sic: Pom Pe Les).
Las escuelas y oficinas muestran dejaron de mostrar signos de tolerancia ya que, como dicen ellos mismos, “¡Está bien el encaje, pero no tan ancho!”.
En Xalapa, como en todo el país, el viejo cuento de ¡Use vías alternas! no es más que un pretexto para evadir el real problema que vive la ciudad ya que no existen las “vías alternas”.
Ya mismo los transportes que pretenden moverse al vecino municipio de Banderilla, están que trinan por las demoras producto de los congestionamientos viales, son miles de horas-hombre perdidas.
En igual sentido se encuentran quienes todos los días transitan a Coatepec ya que en los próximos 75 días tendrán que acceder en sus vehículos por “vías alternas” inexistentes.
Y como dirían los clásicos, ¡Al carajo! se fueron otros programas prioritarios de la alcaldía como son los de salud, cuidado del medio ambiente y seguridad pública.
Hoy difícilmente alguien no podrá estar de acuerdo en que Xalapa es un caos.
Por tanto, si el señor Ahued cree que tapando hoyos y pintando bardas finca el camino a una pretendida gubernatura, se equivoca.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |