A más de un mes que haya iniciado la discusión sobre el plagio que según el Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cometió la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, no se tiene claro cuando quedará terminado el penoso y fraudulento asunto. Pues independientemente de que el dictamen que emitió la FES Aragón, de que las coincidencias entre las dos tesis, tanto la elaborada por el alumno Edgar Ulises Báez Gutiérrez en el año de 1986 y la alumna Yasmín Esquivel Mossa en el año de 1987, había coincidencias superiores al 90 %. La acusada de haber cometido la penosa conducta delictiva, ha manifestado cínicamente que no tiene nada de que avergonzarse y que no renunciara a su jugoso económicamente hablando cargo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Y menos después de haber conocido el tibio mensaje que en días pasados dio a conocer el doctor Enrique Graue Wiechers, rector de la Máxima Casa de Estudios de nuestro país, durante el cual en una parte expresó: “Sé muy bien que el prestigio de esta administración y el de nuestra casa de estudios están en entredicho, pero no por eso actuaremos en forma apresurada e irresponsable en respuesta a presiones externas para hacer juicios sumarios”. Pero después de haberlo escuchado, parece que su mensaje ante los académicos universitarios que se dieron cita para conocer la importante posición de la UNAM al respecto, solamente obedeció, exactamente a las presiones que tuvo de los académicos universitarios, viéndose en la necesidad de decir algo, así como también a las presiones políticas que obviamente ha recibido y que lo están obligando a tomar una decisión que seguramente no es la más conveniente para el penoso caso. Razón por la cual no se atreve a dar la solución que amerita la penosa conducta delictiva que cometió la ex alumna Yasmín Esquivel Mossa. Muy lamentable sin lugar a dudas por donde se quiera ver y analizar el vergonzoso caso. Que por sentido común, aunque en su normatividad no tenga las herramientas jurídicas para cancelar el mal habido título universitario, es a la Máxima Casa de Estudios de este país a la que corresponde retirarlo, pues la carrera y el examen profesional fue en sus aulas. Por el momento solo queda esperar, como dijo el Rector de la UNAM, que se reúna la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario, para conocer que decisión toma, la que no necesariamente tiene que estar apegada a la norma jurídica de la UNAM, pero sí, ser una interpretación de esta. Por lo que corresponde al Juicio Político que solicitó el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, contra la ministra Yasmín Esquivel Mossa, ya hizo la petición formal a la Secretaria General de la Cámara de Diputados, por lo que hay que esperar. Para cuando cree usted estimado lector que se llegue al final de este penoso y fraudulento asunto. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Mart. 24-enero-23) |