Ante los medios, ante los diputados, la fiscal espuria dice que ha apoyado a los colectivos de desparecidos en el estado de Veracruz; en el caso de las madres de desaparecidos, dice que entiende su dolor. Sin embargo, las madres de estos colectivos la califican de mentirosa y embustera. Las activistas acusan que desde que llegó la fiscal espuria las mesas de trabajo se han suspendido; tres años sin mesas de trabajo. La fiscal presume que su equipo de ministeriales investiga, pero las activistas aseguran que quienes investigan son ellas y que lo que encuentran lo entregan a la Fiscalía para que se integre a las carpetas de investigación; ah, pero la espuria lo presume como uno de sus logros. La señora se llena la boca diciendo que en Veracruz se hace más que en otros estados, y con menos presupuesto. Claro, eso es lo que dice ella, pero la realidad la contradice, pues se sabe que en la Fiscalía de Veracruz lo que abunda es la ineficiencia y la colusión con el gobierno, particularmente con la secretaría de Gobierno y en algunos casos hasta con el crimen organizado, como algunos periodistas serios han documentado. Por ello, no se equivocan las madres de los colectivos al afirmar que Verónica Hernández Giadáns, además de ser espuria es “mentirosa y embustera”.
¿Y qué va a ir a decir a la UNAM la ministra Yasmín Esquivel? Si no ha dicho más que mentiras, sólo irá a decir mentiras
Ya les estamos creyendo al presidente López Obrador, que el rector Enrique Graue sólo suelta puro “choro mareador”, al parecer con el fin de evadir su responsabilidad de quitar a Yasmín Esquivel su título de licenciada, lo que invalidaría toda su carrera en el Poder Judicial. El mismo presidente está retando al rector, mostrándole una salida: “Lo que procede es meter una denuncia para que el ministerio público resuelva y al momento que resuelve el ministerio público, si hay esa anomalía, pues se procede a la cancelación del título”. Pero no, para dilatar la decisión, Enrique Graue a salido a decir que se invito a la plagiaria a explicar el porqué del plagio. Una mujer que negó el plagio, que lo sigue negando, que incluso acuso ser ella la víctima y que a pesar de haber entregado su tesis un año después, ella se dice la plagiada. Una mujer a la que se le ha comprobado que la tesis con la que se licenció es copia de una anterior, que se quiso coludir con su asesora, que resultó ser toda una pilla, solapadora, ¿qué puede ir a decir a la UNAM? Pues va a repetir lo mismo, a decir que es inocente, que ella fue la plagiaria, tratando de pasar por encima de los académicos que investigaron su fraude.
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Película Bardo de Alejandro González Iñárritu ignorada por los Oscar. Sólo nominada a mejor fotografía
Era de esperarse. Bardo, una película en la que el ego del director mexicano se desborda, fue ignorada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Cuando se esperaba que la película estuviera nominada al menos como mejor película extranjera, o González Iñárritu como mejor director, en realidad sólo fue nominada para mejor fotografía. Y no es que Bardo sea sólo una película incoherente, sino que es una película que no cuenta nada para fuera, todo lo que cuenta es para dentro. Bardo es una película pretenciosa desde el subtítulo: “Falsa crónica de unas cuantas verdades”; hasta pretende presumir que el director es el creador del oxímoron. Ya lo hizo en la película Birdman, a la que subtituló “o la inesperada virtud de la ignorancia”. Pensó que la formulita iba a volver a impresionar a los miembros de la academia, pero no. Bardo, después de unos cuantos minutos se vuelve pedante, onírica, o más bien una película de insomnio. Por otro lado, Pinocho de Guillermo del Toro está nominada como mejor película animada, premio que seguramente ganará, pues la propuesta de Del Toro es novedosas, impresionante, hermosa, despojada de pretensiones, aderezada con la pasión de un director auténtico.
Armando Ortiz
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