Recientemente en la región centro del estado, para ser específicos en Río Blanco se pretendió consumar una de esas traiciones, que por lo visto son muy comunes entre los integrantes del nuevo régimen transformador de Morena.
Tras el intento y consumación de la detención ilegal del alcalde, Ricardo Pérez García –a quien, desde Palacio de Gobierno, pretendieron enlodar por formar parte del grupo político del secretario de Educación, Zenyazen Escobar García- los ediles de su comuna operaron bajo el auspicio del propio secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, con la intención de destronar al alcalde caído en la trampa.
A dicha intentona se sumó, nos confirman fuentes de la región, la Diputada Federal del Distrito XV de Orizaba, Dulce María Corina Villegas Guarneros quien habría sido la operadora para lograr hacerse del control del Ayuntamiento de Río Blanco en beneficio de Cisneros Burgos.
Lo cierto es que las ambiciones personales generaron el caldo de cultivo para que el virus de la traición se pretendiera consumar en la persona de la misma Síndica Única del Ayuntamiento de Río Blanco, Janet Paola del Valle Lara, quien nos cuentan se sentía ya la futura presidenta municipal.
El entramado de la traición habría sido preparado con antelación bajo la directriz del mismo Palacio de Gobierno, vía la Secretaría de Gobierno, quien sabedora de la detención fraguada ilegalmente por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) por la supuesta posesión ilegal de armas, equipo táctico, equipos de radio comunicación y hasta droga, había instruido a la síndica única a convocar a una sesión extraordinaria de cabildo durante la mañana del pasado martes 21 de febrero.
El burdo intento de “asonada” quedó evidenciado al pretender desconocer en conferencia de prensa la autoridad del alcalde Pérez García –detenido ilegalmente- con base en el argumento de que a tan solo dos días de no estar presente la autoridad municipal en funciones, había que acudir al Congreso del Estado para informarse del proceso de revocación de mandato, y dejar supuestamente en manos del Congreso la determinación de elegir a quien lo pudiera suplir.
Para su mala suerte el responsable de atenderlos tenía que ser el presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín quien sabedor de la traición que orquestaba la diputada federal Dulce María Corina Villegas Guarneros, simplemente no recibió a la envalentonada síndica única, Janet Paola del Valle Lara, quien a partir de ese momento sentenció su futuro político.
A dicho intento de subversión se habrían sumado otros ediles carroñeros que como es tradicional se dejaron llevar por su falta de ética y probidad, confirmando nada más lo que las bajas pasiones e instintos pueden ejecutar por el afán de tener más poder.
Así la valentona síndica Del Valle Lara se dejó acompañar de los traidores ediles, Marcia Iraís Martínez Díaz (MORENA), Gisela Rivero Juárez (PAN), Karina Limón Peña (MC), Pablo Román Dueñas Herrera (UC) y Conrado Román Yrigoyen (MORENA).
De quién se debe resaltar su calidad profesional y política es del regidor priista Porfirio González Fuentes, quien, al saber de la intentona, simplemente los mandó a volar, no aceptando, ni prestándose a tal bajeza.
A la consumación del pretendido plan, se requería convocar a una reunión urgente de cabildo para ahí remover al Secretario del Ayuntamiento, José Luis Solano y habilitar de manera urgente a la encargada del área de Recursos Humanos de nombre Janet, como la nueva encargada de tomarle protesta a su nueva jefa.
Al menos así lo presumió en declaraciones que la evidencian como la autora material de la pretendida traición.
Se pudo saber que ya se tenía preparado un documento, con la lista de cerca de 70 trabajadores de confianza leales al alcalde Ricardo Pérez García, quienes habrían sido los responsables de salir a exigir su inmediata liberación en las diversas marchas que se efectuaron en la zona centro.
Se asegura que el plan estaba tan armado que desde los pasillos del Palacio Legislativo de San Lázaro se habría elaborado una lista con los nombres de los nuevos trabajadores ya habían sido palomeados para ser contratados de manera inmediata.
El burdo plan fue descubierto inmediatamente que se pretendió poner en marcha y como aquella operación Valquiria con la que un grupo de militares alemanes pretendió derrocar al mismo Adolfo Hitler, estos ya tenían su tamal armado, sin contar con la astucia de los aliados del alcalde Pérez García, que descubrieron todo para llevarle la información al mismo Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien de inmediato desarticuló el malévolo plan de su segundo de abordo.
Fue el propio gobernador García Jiménez quien en conferencia de prensa reconoció la mala voluntad de un supuesto ex funcionario de la SSP, quien habría sido el autor de la falsa versión de que el alcalde de Río Blanco era generador de violencia en la región centro, posteriormente fue un juez quien determinó la inmediata libertad del detenido.
El alcalde Ricardo Pérez García retornó a sus funciones de manera inmediata desarticulando el ahora conocido intento de traición, sabedor que los ahora exhibidos ediles pretenden cobrarse con la autorización de los Estados Financieros y desaprobando la Cuenta Pública, lo que no les servirá pues ahora todos como buenos traidores esconden la mano.
Al tiempo.
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