Es el Doctor López-Gatell de la actualidad, el que figura poco en las mañaneras, el que ya no habla de manera personal con AMLO, el que aprovechó su estrellato para agenciarse el control de la Cofepris y de todo aquello que siempre quiso, pero que hoy está absolutamente fuera del ánimo presidencial.
Llega a las 11 am, (salvo el día que va a la mañanera), se retira a las 15 horas para ya no aparecer por las tardes, y cuando lo hace, es para irse a las 6 ó 7 pm, me comenta la gente que labora a su lado. López-Gatell es, en realidad, no más allá de un fantasma en la secretaría de salud.
¿Y dónde pasa tanto tiempo el subsecretario cuando no está en su oficina o en juntas del área? La respuesta es por todos conocida en Palacio Nacional: buscando acomodo con Sheinbaum, Adán Augusto López o Marcelo Ebrard, porque con Monreal de sobra tiene las puertas cerradas. El asunto es que ninguna “corcholata” lo quiere. Se apagó el rock star morenista, se esfumó.
Sobre Veracruz y su candidatura vs morena
“Es Héctor Yunes Landa o Miguel Ángel Yunes Márquez”, dicen en las oficinas centrales de la alianza opositora. El asunto será convencerlos de respetar el resultado de la encuesta, y lograr que el “no favorecido” se sume al ungido.
La medición opositora indica que cualquiera de los dos tendría opciones de derrotar a morena, ¿pero podrían esos dos Yunes reconocer que hay un “vencedor y un vencido” entre ellos? De eso depende la alternancia en Veracruz en el 2024.
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