“Hoy México brilla como nunca antes, es reconocido a nivel internacional, pero todos tenemos una responsabilidad y es seguir haciendo conciencia, seguir convenciendo, que todo el mundo sepa que no queremos regresar al pasado de corrupción y de privilegios, que el camino de México hoy es la Cuarta Transformación”, expuso la doctora Sheinbaum.
Tiene razón, como mexicanos todos, tenemos una responsabilidad histórica. Aquí no hay vuelta de hoja, o la bebemos o la derramamos, como se dice en el lenguaje popular. O tomamos al toro por los cuernos y nos sumamos a este movimiento de transformación o nos volvemos retrógradas y traidores a la patria, porque lo que está en juego no es cualquier cosa, es nada más y nada menos que el futuro de nuestra nación.
“Ni un paso atrás por la transformación del país, por el derecho a la educación; ni un paso atrás por la transformación, por el derecho a la salud; ni un paso atrás por la transformación, porque se acabe la discriminación; ni un paso atrás por la transformación, porque haya más apoyo al campo; ni un paso atrás por la transformación, porque haya bienestar en el pueblo de México; ni un paso atrás por la transformación, porque haya más democracia; ni un paso atrás por la transformación, porque haya un sistema de justicia verdadero en nuestro país; ni un paso atrás por la transformación”.
En estas palabras debemos de reflexionar frente a quienes, disfrazados de mansas ovejas, se quieren presentar ante los mexicanos para convencerlos de un nuevo proyecto de nación, cuando fueron lobos rapaces que lucraron con las necesidades de nuestra gente. Sí, me refiero al proyecto del PRIAN con su aspirante Xóchitl Gálvez, una mujer que ahora quiere pasar como inocente palomita cuando fue cómplice del saqueo neoliberal de nuestro país, del que ella fue beneficiaria.
Así, citando a la doctora Sheinbaum hay que reiterar que en julio de 2018 el pueblo de México hizo una revolución pacífica que se tradujo en las urnas por un cambio verdadero, una revolución de las conciencias y separó el poder económico del poder político. No podemos dar marcha atrás.
Inflación en México sigue bajando
Y para más pruebas de que este proyecto de nación va viento en popa, un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica que la inflación en México se sigue desacelerando y en la primera quincena de julio descendió a 4.79 por ciento, tras ubicarse en junio en 5.06 por ciento. Así, reporta que el índice de precios subyacente aumentó 6.76% a tasa anual, mientras que el de precios no subyacente presentó una caída del 0.97% a tasa anual.
¿Esto qué significa? Que la economía va bien, que el proyecto de nación va bien, que el trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador está dando resultados y que por el bien de los más necesitados de nuestro país debemos de seguir por esta ruta.
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