Un alcalde que previo a su elección les prometió las perlas de la virgen, para llegado el momento, desconocer a la dirigencia del mismo Sindicato de Trabajadores del SAS, José Azueta, encabezados por Angélica Navarrete con quien se comprometió a respaldarlos llegado el momento, para hacer todas las gestiones necesarias y así poder recuperar la concesión otorgada mañosamente por el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa a las empresas brasileña Odebrecht y a la española Aguas de Barcelona, convertida en el mamotreto de Grupo MAS que hoy dizque opera el servicio de agua potable y alcantarillado de Veracruz y Medellín.
La crisis social a la que ha llevado la indiferencia del munícipe, ha escalado al punto de llevarle y estacionarle a la puerta de Palacio Municipal, un burro, mismo en el que será transportado en protesta por el actuar poco responsable, pero sobre todo por su falta de palabra.
Es común que en la Región del Sotavento los habitantes de cualquier población harta de sus autoridades, actúen, sacándolos inclusive a patadas de las oficinas y montándose en la bestia, a manera de recordarles que al igual que eso animalitos de carga, solo para cargar cosas sirven, pues con otro tipo de cargas simplemente no pueden.
La situación ha llegado al punto en que el propio munícipe Isleño acuse sin mayores pruebas de dichas acciones al legislador local por ese distrito, Magdaleno Rosales, a quien ha calificado de ser remedo del burro estacionado afuera de su oficina en el centro de Medellín, ante el temor de que la horda enardecida cobre por propia mano venganza de su actuar. https://acortar.link/XrKOhm
La realidad es que nada más falso que sus recientes declaraciones, pues incluso la propia lideresa sindical Angélica Navarrete con micrófono en mano ha detallado toda la historia y dejado evidencia de sus dichos en las benditas redes sociales. https://fb.watch/mq5gSumgVL/?mibextid=RUbZ1f
Así Navarrete ha referido que los intentos por privatizar el agua de Medellín en favor de su mecenas Luis Barquín es una traición flagrante al movimiento que ella encabeza, pues desde el momento mismo que envió la solicitud al Congreso del Estado, quedó en evidencia de que lado estaba.
Es por ello, que las acciones emprendidas por los integrantes del Sindicato Teniente José Azueta y su plantón permanente tienen como principal objetivo el hacer valer la palabra empeñada por un político que no se habrá de burlar de la sociedad medellinense.
El asno estacionado al exterior del Palacio de Medellín ya tiene quien lo monte y ese es el alcalde Marcos Isleño Andrade, que tarde o temprano habrá de salir a lomo de bestia para recorrer las calles del municipio que lo recordará como el presidente que montó otro burro.
Al tiempo.
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