Que la candidatura de la oposición en Veracruz sea “casi casi” para un (o una) priísta es medianamente cierto. La decisión pasa en buena medida por la opinión de Xóchitl Gálvez. La situación se encuentra, en realidad, en igualdad de circunstancias.

Revisé con quienes están en el centro de las decisiones en el Frente, en la CDMX, y si bien es cierto los Yunes del PRI (aunados a Anilú Ingram como opción femenina), están considerados de forma seria, también el abanico panista está “vivo y coleando”, más aún cuando se trata de senadores en funciones.

Los que parecen haberse apagado (al menos para este momento histórico) son los Yunes azules, quienes más adelante podrían regresar, siempre y cuando el flujo de los poderosos cambie, asunto que suele ocurrir con cierta frecuencia.

De esta manera, en Veracruz, las cosas no están ni remotamente decididas: priístas y panistas tienen las mismas opciones aún. José Yunes, Héctor Yunes y Anilú Ingram se encuentran tan cerca de la candidatura como Indira Rosales o Julen Rementería.

El visto bueno de Xóchilt Gálvez tendrá mucho que ver en el futuro de la candidatura para Veracruz y, en este momento, no “hay nada para nadie”; podría ser tanto del PRI como del PAN. La encuesta y otros filtros internos definirán las cosas, no es un tema de porcentajes definidos sobre la mesa… no todavía.

Continúan evaluando quién podría competirle (de verdad) a Rocío Nahle, Sergio Gutiérrez Luna, Zenyazen Escobar o Manuel Huerta. El Frente se juega buena parte de la presidencia en terreno veracruzano, no decidirán a la ligera. Veremos qué ocurre.

X: @aaguirre_g