Con el anuncio de Marko Cortés de que en Veracruz, el Frente Amplio se la ha de jugar con un varón por la Gubernatura, las baterías se enfilaron hacia Pepe Yunes. Primer Punto.

Con el anuncio de Javier Duarte de Ochoa, de quiénes han de ocupar las primeras cuatro “Pluris” en el Congreso local, se da el panorama de lo que le espera a Pepe Yunes en el 2024. Segundo Punto.

Por supuesto, siempre y cuando sea el candidato Pepe…

Personas allegadas a Pepe Yunes, en más de dos ocasiones, han externado a quien escribe, un deseo velado, entre líneas, de que el peroteño no sea el candidato a la Gubernatura. No hay en ello más que el cariño que le tienen al actual diputado federal y en sí, el pulso que se tiene sobre las elecciones que se vienen este 2024.

Este buen deseo de que no compita Pepe Yunes en el 2024, se complementa con el vaticinio (que no es otra cosa que prospectiva) de Javier Duarte, al soltar sólo cuatro nombres en esa lista de “Pluris” porque, lo dice el cordobés, no va a alcanzar para más.

Se está de acuerdo que quizás lo que queda del priísmo apoye con todo al candidato que se designe en Veracruz, en este caso, sea Héctor o como muchos indican, Pepe… vamos, es cuestión de revisar el padrón tricolor para ir empezando a hacer cuentas en aras de alcanzar ese millón y cacho de votos promedio que sirven para ganar una gubernatura.

Ya no tomamos en cuenta el más de 1 millón 600 mil votos que consiguió Cuitláhuac García Jiménez en el 2018 porque el efecto AMLO, en lo particular, no creemos que tenga la misma enjundia para este 2024, pero sí todo el Poder político, económico y el que sea necesario para mantener en sus manos, uno de los estados más relevantes del corredor moreno en el sureste mexicano.

Quizás lo mejor de la noticia que dio Marko Cortés, es que le da a la Oposición, un rostro, un nombre (o más bien un apellido), Alguien para irlo presumiendo y para los más fríos, ir tentando el agua a los camotes, no con la militancia, no con los panistas, ni con los perredistas, sino con la sociedad…

Sí, el escenario del 2018 es evidente que ya no será el mismo para Pepe Yunes en caso de que él sea el candidato, primero, porque ya no habrá efecto AMLO, tampoco estará el villano favorito en que convirtieron (incluso, en el mismo PRI) a Javier Duarte, y esperando que la guerra intestinal que vive Morena de Veracruz en estos momentos, se extienda hasta el 2024 en aras de minar a Nahle…

Aunque igual Pepe ha de enfrentar algo que hasta el momento se mantiene, y en cada elección que pasa y se vive en Veracruz, parece que se asienta más: el rechazo social al PRI y todo lo que de él emane.

Si es Pepe, tiene mucha tarea que hacer en estas elecciones venideras y hasta por dos vías… la primera: convencer a la sociedad de que el PRI ya no es como antes cuando gobernó… que ya cambió…

Y la segunda, pues que va otra vez un Yunes, apellido que se ha apoderado de las elecciones por casi dos décadas, pero… ¡no hay de otros!