Hablaron varios minutos; muchos escucharon la conversación, “pros y contras de Marcelo”, me dicen. La llamada arrancó con cierta seriedad, con formalismos, después se rompió el hielo hasta que tanto el de Tabasco como Ebrard bromeaban por todo.
Ahí, en esa charla, AMLO prometió a Ebrard que en acuerdo con Sheinbaum, le otorgarían la candidatura del 2030, misma que “sin duda volvería a ganar el movimiento”. El presidente también fue la voz de Claudia para los compromisos.
Así se gestó el cierre del tema con Ebrard: con la necesaria intervención de AMLO y la anuencia de Sheinbaum. ¿Será que ahora sí le cumplan a Marcelo rumbo al 2030? Veremos.
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