A la pregunta: Si hoy fueran las elecciones para gobernador de Veracruz ¿por cuál de estas dos personas votaría usted? El resultado arrojó que Rocío tiene el 49.9 por ciento de la intención del voto, mientras que Pepe se vio favorecido con un escuálido 26.2 por ciento.
Es decir, una diferencia de 23.7 por ciento a favor de la zacatecana que de ser verdad, habría provocado que el legislador federal se despidiera de sus seguidores para irse a su casa.
Caray señores de Massive Caller, un poquito de decoro por favor… Está bien que como a todos, a ustedes también les guste la lana, pero al menos disimúlenla tantito.
Es la primera vez en mi vida que sé de una candidata que con los negativos que se carga, le lleve tamaña ventaja a uno de los políticos más honestos, trabajadores y carismáticos que tiene Veracruz.
La estrategia de recurrir a una encuesta cuchareada para desalentar a quienes piensan votar por Pepe Yunes, si bien dio resultado en los años ochenta, provoca gracejadas en la actualidad. De hecho, el raquítico porcentaje que Massive Caller le da al peroteño, está jugando a su favor por la simple y sencilla razón de que, a excepción de los morenos más recalcitrantes, nadie lo cree.
¿Quién va a creer que un político que llevó recursos por cinco mil millones de pesos para Veracruz, esté abajo (y muy abajo) de una mujer que prometió a la raza jarocha disminuir las tarifas por consumo de energía eléctrica y nomás no les cumplió?
¿Quién va a creer que una mujer que ha sido señalada de dilapidar una multimillonaria fortuna en dólares en una refinería inconclusa, de favorecer a amigos y compadres con el botín de Dos Bocas, una mujer que carece de empatía, le lleve más de 20 puntos de ventaja a un político honesto que no tiene cola para que se la pisen e inspira confianza?
“Son tiempos electorales y todo se vale” me dijo un militante de Morena y es verdad.
Pero para vencer a Pepe Yunes, Rocío Nahle y su gente van a necesitar de algo más efectivo que de encuestas cuchareadas.
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