Por su parte, Pepe hizo lo suyo, concretó alianzas, desfizo algunos entuertos y bordó verdaderos sortilegios con su especialidad, que es la conciliación. Héctor Yunes Lanza lo define claramente: "Con Pepe es imposible pelearse".
Así, el candidato que pudo parecer impuesto empezó a dialogar con quienes también aspiraban, y los fue convenciendo de a poco pero con certeza. Y después fue creciendo en el ánimo de los ciudadanos, atraídos por la legendaria urbanidad de los Yunes peroteños, que Pepe maneja tan magistralmente.
El político que era tarareado como frío y meticuloso en el sonsonete del partido oficial, se convirtió para la sociedad jarocha, sin que aquéllos se dieran cuenta, en un personaje agradable, cercano, confiable… en un referente vital.
De la misma manera sociológica que Xóchitl se transformó, de un día para otro, en la candidata formidable que todos tenían enfrente pero que nadie había visto, Pepe Yunes se ha consolidado como el candidato insospechado que todos buscaban y que encabezará la cruzada para que podamos acabar, a fuerza de votos, con el infierno de la Cuarta Transformación.
Pepe Yunes representa lo mejor de nuestra alma, y en el lema de campaña que decidió adoptar se centran sus dos mayores fortalezas: Veracruzano de verdad.
Sí, Pepe Yunes es el "Xóchitl veracruzano"... de la misma manera que Rocío Nahle es la ¡"Sheinbaum zacatecana"!
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