“La oposición pretende denostar a la 4T para que les inyectemos oxígeno político, están desgastados como su precandidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien tiene claros signos de hipoxia cerebral”.
Entre el desastroso manejo de los números gramaticales, un lector avisado tal vez podría entender que el singular “oposición” son muchos y por eso habla de ellos en plural. Y luego afirma sin comprobar -como es la marca de la casa, desde el Presidente para abajo-, que ¡la oposición “están desgastados”!, al igual que su “precandidata presidencial Xóchitl Gálvez”.
Y le atribuye graciosamente a doña Xóchitl una “hipoxia cerebral”.
En realidad, lo que Rocío o sus consejeros quisieron decir elegantemente es que, en todo caso, Xóchitl sufriría de “una saturación de oxígeno menor de 90,7 %” que se llama “hipoxemia” (“no debe confundirse con la hipoxia, que es una disminución de la difusión de oxígeno en los tejidos y en las células”, advierte la ciencia).
Pero bueno, ya sabemos que los morenos no son precisamente los mejores usuarios del idioma español, hablado o escrito, y por eso cada que abren la boca o la pluma evidencian su falta de preparación (recuérdese el 90/10 de AMLO exigido para sus colaboradores).
Así que quienes enseñan una verdadera “hipoxemia” son los aprendices de escritores que le hacen decir verdaderas sandeces a su precandidata oficial, que al parecer no es tan tonta.
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