Y claro. La participación libre y espontánea del pueblo organizado no le cae nada bien a AMLO porque sabe que necesariamente se opondrá a la continuación de un Gobierno que se ha definido por su incapacidad generalizada, por sus excesos y derroches en nombre de la austeridad, por la corrupción de los cercanos al Ejecutivo y por su falta de acercamiento con las masas… por la mentira, en una palabra.
Esas organizaciones civiles son las mismas que participaron en la promoción de la marcha del 8 de marzo de 2022, que resultó una exultación de los movimientos feministas en México y del apoyo popular del que gozan, no sólo de las mujeres.
El 13 de noviembre de 2022 se realizó la mega marcha en contra de las reformas que quería impulsar el presidente López Obrador para quitarle la mayoría de las capacidades al organismo autónomo electoral. De ahí que se denominara: “El INE no se toca”
Y sí, esas mismas organizaciones impulsaron la manifestación nacional del domingo 26 de febrero de 2023 que llevó como lema: “Mi voto no se toca”, y también es conocida como la Marcha Rosa.
Ahora, la convocatoria a los ciudadanos es para el domingo 18 de febrero. El objetivo es decirle al Presidente de la República que el pueblo quiere unas elecciones limpias, sin la participación de la fuerza del Estado en favor de los candidatos del partido oficial.
Exigen millones de habitantes de este país, y con ellos los tres partidos de oposición aliados en el Frente Amplio por México, que haya piso parejo y que cesen las intromisiones y las acciones gubernamentales en el proceso electoral.
Ojo, no es una marcha en favor de Xóchitl o de los candidatos de la oposición, es un movimiento popular en favor de las leyes y en respeto de la decisión que tomen los ciudadanos de manera libre y abierta.
Es el momento de ir todos a manifestarse en favor de nuestra incipiente democracia, que está siendo atacada por el demonio del continuismo de la 4T.
Es ahora o nunca.
sglevet@gmail.com |