Pero también, la intervención criminal del gobierno del estado y el uso de recursos públicos en mítines como en Poza Rica, donde se cerraron escuelas, se utilizó al ejército para ‘acarrear’ a los asistentes y se dispuso de hospitales para armar despensas y la comida que se entregaría durante el evento.
Pruebas y testimonios inundan las redes sociales, lo que generó denuncias penales ante la Fiscalía estatal y ante los organismos electorales. La FGE actuará en complicidad, sin embargo, las autoridades electorales deben demostrar que son capaces de garantizar la legalidad e imparcialidad del proceso.
Rocío Nahle se convirtió a sí misma en un personaje arrogante e inalcanzable. La imagen que queda de su pre campaña son las vallas en sus eventos y la interminable columna de suburbans. ¡Imaginen a la deidad convertida en gobernadora de Veracruz!
La ex secretaria de energía sigue pagando un alto precio por sus dos principales lastres: su origen zacatecano y el desconocimiento del estado, además del padrinazgo del impresentable Cuitláhuac García y la injerencia ilegal de su gobierno, manchado por la corrupción y la incompetencia.
La popularidad del Presidente –que hoy se encuentra en su punto más bajo de los últimos dos años- y la asistencia obligada de funcionarios públicos, presidentes municipales y la burocracia de los tres poderes del estado no fueron suficientes para salvar una pre campaña que resultó la tormenta perfecta.
Pero lo más grave para Morena y su candidata es que no conecta. Muy pocos la conocen y ella no conoce el estado ni a sus personajes. No tiene historias ni anécdotas personales que contar. Tampoco tiene el ánimo, el carisma, la alegría y el ingenio de un veracruzano. Sólo es el reflejo soberbio y autoritario de quien la impuso.
Sus actos de pre campaña naufragaron en la desorganización y la creciente inconformidad de quienes son forzados a asistir.
Su trato despectivo a los veracruzanos –como se observó en Actopan, donde pedían su intervención para ajustar las tarifas de energía eléctrica- provocaron una lejanía impresionante con quienes quiere gobernar.
Tener a Cuitláhuac García y a su círculo cercano como su patrocinador y jefe de precampaña fue su más pesado lastre. La única esperanza de la oriunda de Zacatecas es la imagen del presidente y la operación de una brutal elección de estado.
De otra forma, no tendría ninguna posibilidad.
La puntita
La alcaldesa de Acayucan denunció que el narco ha infiltrado a muchos Ayuntamientos del sur de Veracruz. El gobierno de Cuitláhuac, en lugar de investigar, pidió su renuncia. Pero las masacres, las extorsiones y la complicidad no se pueden ocultar. |