Sometidos a una especie de esclavitud laboral, en la que el gobierno dispone de su tiempo y de sus ingresos, hasta ahora los trabajadores del estado no tienen manera de defenderse ante la ausencia de los sindicatos –para el caso de los trabajadores de base- y la necesidad de mantener un empleo para sostener a sus familias.
Nadie se salva. No importa si se trata de funcionarios, empleados de confianza o trabajadores de base. Lo mismo sucede en el gobierno del estado, el Congreso local, el Poder Judicial o en los organismos públicos. También con muchos sindicatos de maestros, salud y hasta empleados municipales de gobiernos de Morena.
Pero la asistencia obligada este domingo a la macro plaza de Veracruz no fue el primero ni el último evento en el que participan los trabajadores del estado. Lo han hecho durante los últimos dos años y, en la mayoría de los casos, ya han recibido instrucciones de lo que deberán realizar durante la campaña electoral.
La semana pasada se difundió el “calendario de obligaciones” a los que han sido sometidos empleados de la Sedarpa. Juzgue usted:
“Domingo 31 de marzo, viaje a Veracruz al inicio de la campaña de nuestra candidata a Gobernadora Rocío Nahle. Del 1 al 15 de abril se realizará la pinta de bardas, se requieren 3 bardas por extensionista y 5 por subcoordinador, favor de buscar los lugares para realizar la actividad.
“Del 1 al 6 de abril se llevarán a cabo las asambleas informativas, se solicita asista el extensionista junto con 2 a 4 acompañantes; se les avisará la fecha horario lugar con su subcoordinador. Del 8 al 13 de abril habrá brigadeo, se les avisará fecha, horario y lugar con su subcoordinador”, se puede leer en mensajes enviados por el enlace administrativo de la Dirección de Agricultura y Fitosanitaria de la Sedarpa, Rogelio Rafael Landa Jarvio.
Pero la nomenclatura de Morena no sólo ha despojado a los trabajadores de su tiempo y su dinero para acompañar las campañas. También de la libertad de ejercer sus derechos políticos: aquéllos que por razones de afinidad o simpatía acudan a eventos de campaña de candidatos de oposición, son despedidos de manera fulminante.
Por ello, la jornada electoral habrá un voto de castigo: la burocracia estatal se revelará ante la esclavitud a la que ha sido sometida. Será el gobierno de Pepe Yunes quien les devuelva la justicia y la estabilidad laboral. ¡A votar sin miedo!
La puntita
La tía Chío no sólo es una zacatecana multimillonaria, sino que tiene el privilegio de vivir en residencias y pagar tarifas de luz de vivienda de interés social. Por años, los veracruzanos hemos exigido la reducción de tarifas. Por eso ayer en la Parroquia le gritaron ¡fuera!, ¡fuera!... y se fue.
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