Sin embargo, al igual que Chiquiyunes, hasta donde se sabe, Pepín tiene puesta la mira en el Congreso del Estado, edificio que no le es ajeno.
Y así citaríamos nombres, distritos y municipios que bien pudieran ampliarse o no, dependiendo en una de ésas del resultado de la contienda por la Gubernatura y la diferencia de votos…
A lo que vamos es a la idea de empatar las elecciones para no traer a todos locos cada dos años, compitiendo en las urnas por intermedias y municipales… chequen: Terminando las elecciones del 24, nos preparamos para las del 25 y dos años después, en el 27, renovacíón del Congreso para luego, en el 29, otra vez municipales y volver de nuevo, a la elección gubernamental en el 30…
Bueno, pues aquí se trata de ajustar el calendario electoral con gobiernos municipales de tres años y se supondría que ésa sería la primera reforma electoral que se aventaría el Gobernador o la Gobernadora.
El asunto es que tendría que haber de dos sopas para llegar a los tres años municipales: aplicar una elección a la Duarte o ir por el Quinto.
Una elección a la Duarte sería que la elección del 2025 fuera de dos años para empatar con las elecciones intermedias. Aunque la del Quinto se ve más jugosa: Del 25 al 30.
Y de qué podría depender esto: de la diferencia de votos entre el ganador de la Gubernatura y el segundo lugar,, aunque ello bien podría generar una tercera vía: no mover nada hasta el 29, una vez que el Gobernador o la Gobernadora hayan afianzado su gobierno y “heredar” que después del empate natural hasta el 33, partir con tres años de administración municipal…
Por supuesto, estamos muy adelantados a estos escenarios pero no por ello, no se deja de pensar en ellos, si no, por qué entonces se está viendo ya a Chiquiyunes y Pepín como tiradores al 25.
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