¿De dónde salió tanto dinero para que Rocío Nahle se pueda hacer de todas las propiedades que tiene?
Rocío Nahle, asegura una y otra vez, para ver si así le creen, que la construcción de la refinería Olmeca no ha tenido observaciones en todas las auditorías que le han hecho:
“Se construyó una nueva refinería que tiene auditorías y en ninguna tuvimos observaciones”, dijo la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, durante el debate del 27 de abril.
Y también dijo que es honesta.
DICE AMLO QUE A LA ZACATECANA SE LE ACUSA “INJUSTAMENTE” DE “ACTOS DESHONESTOS”
Ahora, este 3 de mayo López Obrador realizó una tibia defensa de la zacatecana, para nada comparable con las que ha hecho antes de la misma o las del gobernador Cuitláhuac García. Sólo expresó que se le está “acusado injustamente de actos deshonestos”, dijo.
En cambio, el presidente defendió otra vez, con vehemencia, una de sus magnas obras, la refinería Olmeca.
De esa sí habló largo y tendido.
Pero: ¿Realmente son acusaciones injustas las que se hacen contra Rocío Nahle?
¿Alguien tiene los documentos que muestren cuanto ha costado verdaderamente la construcción de la Refinería Olmeca?
¿El gobierno de la 4T está dispuesto a permitir una auditoría real para determinar qué tan grandes son las irregularidades en la construcción de la Refinería Olmeca?
Rocío Nahle trata de hablar poco sobre la construcción de la Refinería Olmeca y cuando lo hace no admite que su verdad sea cuestionada e insiste en decir que todo está bien.
Pero miente, una y otra vez, porque la construcción de Dos Bocas ha tenido múltiples observaciones y eso que desde 2021, después de que se emitió por parte de la Auditoría Superior de la Federación la primera revisión a la cuenta pública de la construcción de la refinería, la correspondiente a 2019, se buscó la forma de que no se hicieran observaciones.
El 25 febrero de 2021 la entonces secretaria de Energía (Sener), Norma Rocío Nahle García, acusó que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) cometió “grandes errores” en su análisis sobre las actividades de la construcción de la refinería en Dos Bocas.
En esa revisión correspondiente a 2019, la ASF detectó que se realizaron pagos por 75 millones de pesos relacionados con la construcción que no habían sido aclarados y que las obras de edificación de la refinería comenzaron mucho antes de que quedara demostrada su factibilidad técnica y económica.
Rocío Nahle dijo que a los auditores “se les atendió absolutamente”, lo que sea que eso haya querido significar.
Pero, como siempre que algo no le gusta, acusó a los demás de ignorantes: “lo que sí puedo decir es que hay una ignorancia del tema, yo no sé quién emitió, si son especialistas en construcción, si son contadores, si no son personas que están acostumbradas a hacer auditorías a esas obras en tierra”.
“Yo no sé si haya dolo, pero lo que sí puedo decir es que hay una ignorancia del tema”, dijo durante una entrevista radiofónica el 25 de febrero, 5 días después de que estalló el escándalo por todos los errores e inconvenientes que presentó Dos Bocas en su primer año, después de que el 20 de febrero la ASF hizo público los resultados de sus auditorías.
Pero las irregularidades en la edificación de la refinería comenzaron desde antes de que se anunciará siquiera su construcción.
Juan Carlos Fong Cortés, sólo unos días después de que Rocío Nahle García tomó posesión como titular de la Sener, amplió el presupuesto de su empresa, Construcciones y Reparaciones del Sur S.A de C.V., en 36 millones de pesos, preparándose para poder participar en el proceso para construir de Dos Bocas. La asamblea de accionistas en la que se autorizó esto, fue el 18 de diciembre de 2018 y ahí Fong Cortés le confió a sus socios, que sabía que tendría un fuerte contrato en la construcción de la refinería.
Construcciones y Reparaciones del Sur es parte del Grupo Huerta Madre, el cual se constituyó el 17 de mayo de 2019, tan sólo 8 días después de que el jueves 9 de mayo de 2019, López Obrador anunció que se declaraba desierta la licitación para la construcción de una refinería en su estado natal, argumentando que las empresas interesadas “se pasaron de los 8000 millones de dólares y en el tiempo de construcción”.
Pero Fong Cortés ya sabía que la refinería la iba a construir el gobierno, más precisamente, Rocío Nahle, desde mucho tiempo antes.
Juan Carlos Fong, se hizo muy cercano a José Luis Peña después de que Rocío Nahle empezó a realizar actividades de recolección para AMLO a partir de 2015.
También ya sabía el “secreto” Arturo Quintanilla, compadre de Rocío Nahle, señalado de volverse contratista de Dos Bocas vía varias empresas, sin antes haber sido proveedor de la industria petrolera en ningún sentido.
Esto es sólo una muestra de cómo actúa la “honesta” Rocío Nahle.
DOS BOCAS, LA OBRA MÁS OPACA DEL GOBIERNO DE AMLO
Desde un principio se apuntó que la construcción de la refinería era un desastre.
Y por lo mismo, desde siempre han querido ocultar las cuentas de la refinería, para además no mostrar todo lo que la misma está costando.
O sea, es una obra que está en opacidad total.
Ana Lilia Moreno, de la organización México Evalúa, apuntó el 30 de junio de 2022 que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en sus análisis de las cuentas de la construcción de la refinería “observa, de manera elegante, que el proyecto no tiene ni pies ni cabeza”.
Pero no sólo eso, si no que las revisiones ahora las hace la ASF cuidando no dañar la imagen de la Secretaría de Energía, de Pemex y demás instituciones involucradas en la construcción de la planta.
Después de que se dio a conocer el primer paquete de auditorías, en las que se incluía la mención de que se construía esta sobre un terreno inundable, que no hubo estudios de impacto ambiental y que ya se mencionaban sobrecostos (y eso que apenas empezaban).
Ante esto, la misma Rocío Nahle acusó a la ASF de cometer “grandes errores” en las revisiones que hizo a la construcción de Dos Bocas, que había “muchísimas fallas” en su dictamen.
Pero las irregularidades ahí estaban.
De hecho, como ejemplo de las mismas, en la auditoría 2019-6-90T9N-19-0421-2020 la propia ASF concluye que: “… se observó una inadecuada programación de los recursos, ya que no se identificó la trazabilidad y seguimiento desde la autorización y ejercicio para el proyecto de la Nueva Refinería de Dos Bocas, lo que resta transparencia y rendición de cuentas, ya que la información no es clara ni accesible al público en general, al ser un proyecto estratégico de la entidad fiscalizada”.
El escándalo sobre el mal manejo de Dos Bocas se prolongó y el 4 de marzo incrementó cuando el periódico Reforma difundió que ni la Sener, ni Pemex, ni ninguna de sus empresas filiales eran quienes administraban la construcción de la refinería en Dos Bocas, si no que esto lo hacía una empresa fantasma, sin empleados: MGI Asistencia Integral, una de las muchas empresas privadas creadas por Pemex en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Un sistema de outsourcing que López Obrador ya había condenado.
La misma ASF en su revisión advertía que este mecanismo aumenta el riesgo de no contar con mecanismos de control y rendición de cuentas.
"Es el modus operandi favorito de Pemex para evadir auditorías (..) además, así evitas la participación del Consejo de Administración", dijo Miriam Grunstein, experta en energía y socia de Brilliant Energy Consulting, al diario Reforma, en esa ocasión.
El escándalo crecía y eso llevó a que el 4 de marzo de 2021 el mismo López Obrador dijese que la ASF se había “equivocado” en su informe sobre outsourcing en Dos Bocas.
Y como siempre, le echó la culpa a otros.
Pero eso bastó para que el titular de la Auditoría, David Colmenares, detuviese los señalamientos por el mal manejo en la administración del levantamiento de la obra.
La pinza estaba cerrada, para que la vigilancia sobre Dos Bocas fuera más tersa.
Y así ocurrió de ahí en adelante.
Tanto, que nunca más se volvió a mencionar la empresa de outsourcing fantasma que supuestamente administraba la construcción de la refinería.
AÚN CON TODO Y UNA REVISIÓN TERSA DE LA ASF, LAS IRREGULARIDADES APARECEN
Pero aún con todo y esa revisión suave, amable, cuidadosa, para la cuenta pública 2020 las irregularidades seguían siendo tantas y tan evidentes, que la ASF volvió a cuestionar el proyecto de construcción de la refinería de Dos Bocas, sobre su viabilidad financiera, aunque lo alarmante fue el tipo de observaciones adicionales que la ASF apuntó respecto de la gobernanza y la visión estratégica del proyecto.
Eso fue lo que hizo que Ana Lilia Moreno dijera que la ASF aseguraba, de manera elegante, que el proyecto no tiene ni pies ni cabeza.
En lo referente a ese año, la Auditoría no pudo hacer mucho, porque en una demostración de fuerza y de opacidad total, el proyecto de construcción no estaba en los proyectos de cartera de inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), sino que aparecía como una inversión financiera.
Jesús Carrillo, el director de Economía sostenible en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) anotó en un informe de esa organización que “tampoco tenemos información sobre la forma en que se asignaron los contratos para la ejecución de las obras: no sabemos si hubo procesos competitivos o adjudicaciones directas”.
O sea, que el 2020 fue un año de opacidad total.
Ana Lilia Moreno resume que “la ASF apunta a desaseos que en la administración de un proyecto de tal magnitud no deberían existir”.
Pero aún con esa alta opacidad las irregularidades en la construcción de la refinería Olmeca han sido múltiples e implican miles de millones de pesos.
Si lo que se ha descubierto así, con toda la intención de ocultar la información, es tan voluminoso, ¿qué tan grande no será el desorden que está oculto?
Un ejemplo de la opacidad en el manejo de las cuentas de la construcción de la refinería Olmeca y de las irregularidades administrativas y financieras que se dan ahí, son los resultados de la revisión que hizo la revista Proceso a 156 contratos disponibles hasta mediados de 2022.
Y todos, absolutamente todos, fueron “testados” por Pemex PTI, la empresa encargada del manejo de los recursos para la construcción de la refinería, ocultando las cantidades pagadas a cada empresa por cada contrato, además de que también encubrieron las ampliaciones a los mismos.
“Testar” un documento es el acto de ocultar información considerada “sensible” para que se haga pública.
El trabajo de Proceso fue publicado en la edición 2383 de la revista, del 3 de agosto de 2022, y lo realizaron en colaboración con Poder Latam, una organización latinoamericana de la sociedad civil, sin fines de lucro.
Aún con la falta del importe en inversión física para la construcción, la ASF determinó observaciones por 59 millones 200 mil pesos, en la refinería de Dos Bocas, por pagos indebidos en las categorías de profesionistas senior y junior, que trabajan en la obra sin acreditar su especialidad, y pagos en exceso en el concepto de desmonte en zonas de selva.
En 2020, en los contratos que se pudo revisar se encontró que en todos, absolutamente en todos, fueron asignaciones directas a pesar de las cantidades multimillonarias que los mismos implicaban.
Otro ejemplo de las irregularidades cometidas en la administración de la construcción de Dos Bocas, es el contrato firmado con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) el cual sufrió un incremento en los compromisos de pagos, pasando de 800 millones de pesos originalmente convenidos a 2 mil 905 millones de pesos. Un aumento de más de 2 mil 100 millones de pesos a lo planeado.
Un escandaloso 260% de aumento.
Este no fue el único contrato en el que Pemex pagó más de lo convenido.
Otro ejemplo, el contrato PTI-ID-S-LGP-3-2021 de prestación de servicios de transportes marítimos y terrestres, de los equipos críticos y de largo tiempo de fabricación desde el puerto de origen hasta el sitio del proyecto, que se extendió originalmente por 33 millones 331 mil dólares y de ahí pasó a costar 60 millones 431 mil dólares.
474 millones 250 mil pesos más.
Poca cosa.
¿O no?
Estos son ejemplos de cómo se incrementan algunos contratos asignados en la refinería Olmeca mucho más allá del importe original asignado.
Pero no sólo eso, si no que otra de las anomalías recurrentes detectada por la ASF es la falta de documentación adicional, justificativa y comprobatoria.
En la auditoría de 2020, aún con todas las limitantes, ubicaron 269 millones 139 mil pesos, pagados como anticipos a empresas cuyos contratos relativos a la fabricación de esferas y tanques de almacenamiento vertical para el proyecto de la nueva refinería en Dos Bocas, fueron cancelados.
Pero no había evidencia de que ese dinero se hubiera recuperado.
Cuando le cuestionan a Nahle por estas y otras irregularidades, con toda desfachatez asegura que las observaciones son mínimas o que ya fueron solventadas.
Pues sí, con respecto a los montos altísimos que se manejan en la construcción de la refinería, las observaciones son por pocas cantidades.
Pero la opacidad con la que se maneja la construcción de la refinería, no permite conocer más.
Otro ejemplo de irregularidades encontradas:
La agencia de noticias Reuters validó un informe de auditoría correspondiente al primer trimestre de 2023 fechado en mayo de ese año, en el cual se anota que las obras de la refinería de Dos Bocas estuvieron plagadas de retrasos y los costos se duplicaron respecto a los 8 mil 900 millones de dólares inicialmente presupuestados en 2020.
Ese informe reveló que la auditoría identificó riesgos relacionados con errores durante la ejecución de trabajos o “inconsistencias”, entre las ingenierías básica y de detalle, así como daño a equipo tras la puesta en marcha.
Reuters encontró que el documento también alerta de modificaciones a contratos no formalizadas, que involucran costos, trabajos adicionales, así como falta de documentación en un contrato, falta de convenio modificatorio sobre el monto y plazo en otro, además de un saldo no amortizado de 281 millones de pesos, por un anticipo de un contrato.
Y estos son sólo ejemplos.
¿Qué ocurriría si se pudiera revisar toda la documentación a detalle?
YA COSTÓ MUCHO MÁS DE LOS 8 MIL MILLONES DE DÓLARES QUE DIJERON
¿Cuánto va a costar el refinería Olmeca finalmente?
Es probable que nunca lo sepamos con certeza, porque se ha escondido la información financiera de la forma más compleja posible.
De forma, simple, el informe al que Reuters tuvo acceso anotaba que en ese entonces existían contratos por el equivalente a 16 mil 890 millones de dólares, 927 mdd más a lo aprobado por el Consejo de Administración de PEMEX, en agosto de 2022, que fueron 15 mil 963 millones de dólares.
Si el informe de Reuters anotaba que al primer semestre de 2023 ya se llevaban contratos localizados por 16 mil 890 millones de dólares, eso significaba que la refinería ya tenía un costo mucho mayor, porque se le debían sumar todos los gastos corrientes que no se ejercen mediante contrato alguno, sino que son pagos directos, como luz, agua, sueldos y materiales, además de los contratos que no fueron cuantificados.
El documento dice, además, que la inversión aprobada por el Consejo de Administración de PEMEX en agosto de 2022, aún estaban pendientes por entregarse 2,224 millones de dólares, el equivalente al 14 por ciento de lo autorizado para la continuidad del proyecto en Dos Bocas.
En este sentido, Jesús Camarillo, de IMCO, en el informe «Dos Bocas: la carreta delante de los caballos» agregó:
“De acuerdo con los estados financieros de Pemex, sabemos que entre 2019 y el primer trimestre de 2022 el gobierno federal ha realizado aportaciones patrimoniales para la construcción de la refinería por más de 175?000 millones de pesos, lo cual ya excedería el monto de 8000 millones de dólares considerado inicialmente, pero no conocemos cómo se han gastado esos recursos”.
Eso fue antes de la “inauguración” que hicieron de la planta el 2 de julio de 2022.
Si eso fue entonces, dos años después, con un flujo de dinero constante y sin control, ¿cuánto puede llevar gastado la construcción de la refinería?
Tan sólo en 2021, Petróleos Mexicanos recibió del gobierno federal recursos por 120,025 millones de pesos (más de 6,500 millones de dólares) para la refinería Olmeca, un monto ejercido 2.6 veces superior al presupuesto original para ese año.
Según el Seguimiento a la Gestión Financiera para la nueva refinería, realizado por la ASF, del monto recibido ese año, 113,785 millones de pesos fueron aportaciones del gobierno federal, emitidas por la Secretaría de Energía, mismas que se sumaron a 6,240 millones de pesos otorgados por el propio Pemex.
Para el 2021 se consideró una aportación de la Secretaría de Energía, a Pemex, para la refinería Olmeca por 45,050 millones de pesos, aprobados por el Congreso, en el Presupuesto de Egresos.
Sin embargo, en los estados financieros dictaminados de PTRI esta instancia “no reveló en las notas que dichas aportaciones (de 120 mil 25 millones) fueron para la construcción de Dos Bocas”
A todo esto, se le suman otras faltas.
Ana Lilia Moreno, de México Evalúa, también anota la omisión en el modelo financiero de la refinería, sobre la variación de los precios internacionales del crudo y petrolíferos.
Pero igualmente no se incluyó en el proyecto inicial elementos de infraestructura esenciales, como una planta de cogeneración eléctrica (tan estaba fuera de proyecto, que la autorización para construirla se dio un día antes de la inauguración de la refinería).
Pero además de eso, la misma ASF evidencia que no se planificó (“nada menos”, dice Ana Lilia Moreno) la incorporación de la refinería al Sistema Nacional de Refinación; igualmente no se contempló la articulación con Pemex Exploración y Producción para el abasto de crudo a las instalaciones, lo que da pie al “enigma sobre cómo se resolverá la logística para llevar el producto final a los almacenes y a los consumidores”.
Y todo eso son gastos extra.
Así pues, la Refinería Olmeca, es un misterio en sus costos, el cual no dejan desentrañar.
¿Alguna vez los terrenales sabremos realmente cuánto costó esa obra?
|