LAS OPINIONES crecen, debajo del agua, pero crecen en el sentido de que el Partido Revolucionario Institucional, necesita una verdadera revolcada, no precisamente como la del dos de junio, sino de manera interna para que los que ahora están viviendo de las prerrogativas salgan de ese confort y se dediquen a trabajar o dejar que otros vengan a fortalecer las filas políticas de la organización, porque en realidad, no hicieron nada y siguen sin hacer para que este partido siga su camino hacia su participación dentro del quehacer político nacional, como de la entidad veracruzana, donde los intereses ya están satisfechos y es tiempo, indudablemente, de que dejen pasar a las nuevas generaciones de priistas que quieren hacer algo por su partido.

No es mera casualidad que la militancia se venga expresando en contra de las prácticas políticas de los actuales dirigentes del tricolor, de tal manera que no quieran separarse de sus cargos, desde donde siguen haciendo mucho mal, dejando, incluso, que las cosas sigan de la misma manera para no perder las canonjías que tienen y los recursos económicos que gastan sin tener resultados a la vista.

Por dignidad, Adolfo Ramírez Arana, el soberbio político de Paso de Ovejas, debería dejar la dirigencia del PRI, pidiendo disculpas a la militancia veracruzana, por no haber realizado su trabajo al frente de tan importante organización política y haberse dedicado, solamente, a medio gritar en los discursos que le tocó pronunciar en los actos de campaña política, los cuales no tuvieron eco en nadie, porque fue un dirigente impuesto desde el alto mando del PRI nacional, pero sin consenso entre los todavía seguidores del partido que dirige o que medio dirige en el Estado. Son tiempos de comenzar a recuperar terreno para los siguientes compromisos del PRI, asociado o no, pero con nuevos dirigentes que tengan ganas de trabajar.

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FUEGO Y AGUA

PRIMERO el fuego vino a devastar grandes cantidades del territorio estatal, sin que hubiera estrategias del gobierno del Estado, para enfrentarlo. Ahora son las torrenciales aguas que provienen de los fenómenos meteorológicos y que producen serios problemas a la población, los cuales tienen que atenderse inteligentemente para evitar mayores daños. A nivel municipal, el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuill, ha dado instrucciones precisas al director de protección civil municipal, Luis Sardiñas Salgado, para que se atiendan con inmediatez los posibles problemas que se generen con la presencia anunciada de otros disturbios climatológicos e incluso huracanes que se aproximan para los próximos días y que impacten, de alguna manera, entre la población xalapeña.

Lo importante de todo esto es que, en el ayuntamiento de Xalapa, se están preparando para lo que pueda pasar, antes de que los fenómenos naturales lleguen y los tomen por sorpresa.

Y las acciones de prevención no tan solo son para quienes tienen la responsabilidad de estar atentos al peligro que representan las fuertes lluvias o los vientos que se generan, sino también para la población en general que debe coadyuvar en estos menesteres.

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CIEN AÑOS DE CARNAVAL EN VERACRUZ

NO FUERON INVITADOS a la fiesta de carnestolendas, pero los disturbios meteorológicos provocaron mal clima para los miles de veracruzanos y turistas que se concentraron en la ciudad y puerto de Veracruz, celebrando los cien años del carnaval veracruzano, el más alegre del mundo.

El cambio de fecha para la celebración de estas fiestas no fueron las idóneas, por lo que se tuvieron que suspender varias actividades de este importante evento, incluyendo los desfiles que son parte fundamental de la manifestación de la alegría entre los jarochos.

Lo importante es que los veracruzanos, siguen manteniendo estas tradiciones populares y que ya son parte de este pueblo trovador.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.