Una de las características que ha tenido el gobierno de Cuitláhuac García, es que los integrantes del mismo son bastante “ambiciosos” (para decirlo de una forma amable y no asegurar que son corruptos y voraces), y muy poco eficaces en la labor de gobierno.
El que ya se fue, el protagónico de Eric Cisneros, demostró desde casi el principio del gobierno actual, su talante impositivo, intolerante y su ineficacia gubernamental, además de que le metía mano al presupuesto por aquí y por allá, sin importar que fueran áreas distintas a su encargo.
El “ambicioso” de Juan Javier Gómez Cazarin, el coordinador de la bancada de Morena, aprovecharía el estar en el puesto para adjudicarse contratos más allá del actual periodo, al por mayor.
Si ya tiene los bolsillos llenos, buscaría maletas y maletas para colocar todo lo que le succionaría al gobierno de Veracruz en el tiempo que le dejen.
¿Zenyazen Escobar?. Con su narcisismo se pasearía por todo el estado, hablando de como “salió adelante”, pero también succionando el presupuesto y cobrando favores al por mayor.
¿Dorheny García?. En el poco tiempo que estuvo en la Secretaría del Trabajo dejo a la dependencia echa un desastre organizativo, además de que evidenció su carácter impositivo al obligar a los trabajadores de la dependencia a asistir a eventos de Morena, cubriendo sus gastos y ocupando su tiempo libre.
¿La fiscal Verónica Hernández Giadans?. Pues además de su poca capacidad administrativa, ya se evidenció que la gobernadora electa, Rocío Nahle, no la quiere ni de lejos.
Ellos son los más cercanos a Cuitláhuac y cualquiera de ellos haría una peor gestión.
Así es que sí, en el estado de Veracruz las cosas podrían estar peor.
Por eso es que resulta terrorífico pensar en que Cuitláhuac deje el cargo antes de que concluya su sexenio.
Mejor que termine, porque -total- la posición que sea, se la van a guardar.
Al final de cuentas lo que le den, para nada será esencial en el próximo gobierno de la República.
DIPUTADO DE MORENA, PRESUNTO PROTECTOR DE ASESINOS
En la zona de Perote una vez más acusan a Paul Martínez Marie, diputado por Morena, de ser protector de asesinos.
No son asesinos seriales, ni tampoco psicópatas notorios.
Pero en los dos casos en que ha protegido a presuntos asesinos, ha sido por homicidio imprudencial, por atropellamiento vehicular.
(De hecho, creo, las muertes que involucran intoxicación por substancias que alteran los sentidos, ya los califican y castigan como homicidio doloso).
Pues bien, el 15 de mayo del año en curso, cerca de las 20:30 horas. en la comunidad de Los Molinos, el conductor de una de una camioneta Chevrolet Silverado, Julio Cesar Hernández Gutiérrez, en un estado etílico avanzado, provocó que la unidad que manejaba impactase contra un Chevy color rojo, provocándole fuertes lesiones al conductor del mismo, Rolando Hernández Sánchez.
El chevy rojo quedó prácticamente destruido, por lo fuerte del impacto de la camioneta.
Después del accidente, varias personas tomaron videos del hecho y los pusieron en redes sociales. En los mismos se ve como el conductor de la camioneta estaba en tal estado de intoxicación etílica (o hasta el fondo de borracho) que ni siquiera podía hablar.
El conductor de la camioneta es hermano de Fidel Hernández Gutiérrez, síndico del ayuntamiento de Villa Aldama.
Fidel Hernández, el síndico, tiene por su cuenta un enfrentamiento permanente con la presidenta municipal de ese lugar, Guadalupe Romero Sánchez, a quien acusa de ingobernabilidad, abuso de autoridad y corrupción. Mientras la alcaldesa lo señala por exactamente lo mismo, nada más que Fidel Hernández es quien provoca la ingobernabilidad.
Ambos son integrantes de Morena.
Pero el ser morenistas no los hace iguales, porque Fidel Hernández es parte del grupo de Paul Martínez (a quien en esa zona identifican como “el diputado chapulín”), y por lo mismo se siente muy influyente, porque dice estar cerca de la gobernadora electa.
Paul Martínez intervino para que sacaran de la cárcel al conductor que manejaba en estado de ebriedad avanzado, Julio Cesar Hernández.
La prepotencia de los hermanos Hernández Gutiérrez, al amparo del diputado chapulín, es tal que además de que Julio César está fuera de la cárcel, se han negado a pagar tanto los gastos que la familia de Rolando Hernández realizó para intentar mantenerlo con vida, como los gastos posteriores del funeral, una vez fallecido.
Pero esta no es la primera vez que Paul Martínez defiende a un homicida.
Cuando fue alcalde de Perote, defendió a Fred Fernando Tejada, quien atropello y dio muerte a un ciclista sobre la carretera Perote hacía el Tecnológico de Perote, frente al módulo de la delegación de la policía estatal.
En esa ocasión Paul Martínez llevó a su empleado al palacio municipal y ahí lo tuvo varias horas. Llegaron el fiscal regional y elementos de la policía ministerial, pero no lo detuvieron.
Mientras, Paul Martínez maniobró con la familia del fallecido para ofrecerles dinero y que no actuaran penalmente contra Fred Fernando. Después de eso lo dio de baja de la nómina del ayuntamiento, aunque se presume que le daba ingresos de otra forma, además de que Tejada regresó al Tecnológico de Perote a seguir trabajando como profesor.
Esos son los que se sienten los grandes místicos, que ahora abundan en Veracruz. |