Por algo Claudia Tello, en quien la gobernadora electa Rocío Nahle ha confiado enderezar la SEV, llegó a la conclusión de que no dejará en la dependencia uno solo de los actuales mandos medios y superiores.
Será la única dependencia en la que no habrá ratificados, se dijo en la mesa.
Y con toda seguridad, la gobernadora Rocío Nahle le dará todo su apoyo, pues del pésimo funcionamiento de Don Víctor se lo deben haber hecho patente en cada acto de campaña y en cualquiera de las regiones del Estado.
Desde que Don Víctor llegó a la SEV, las oficinas y centros escolares estuvieron más tiempo en paro o en suspensión por indignados padres de familia y líderes sindicales que fueron engañados una y otra vez por Don Víctor y la Oficial Mayor.
Es claro que Don Víctor fue incapaz de, al menos, mantener la dependencia como la recibió de Zenyazen. La Oficial Mayor se le montó y los Subsecretarios y directores generales por el estilo.
Sin duda, y aquí se dijo, la SEV y Don Víctor Vargas son la vergüenza del sexenio de Cuitláhuac.
Así que los canillazos se los han ganado a pulso Don Víctor y su gavilla de incompetentes colaboradores.
Ahued y Pozos, dos tiburones en la SEGOB de Nahle
La sorpresa del mes surgió este domingo desde el Norte de Veracruz, cuando Rocío Nahle García, gobernadora electa del Estado, afirmó durante su gira de agradecimiento en Poza Rica que “Veracruz goza de estabilidad política y así continuaremos con el gran trabajo que se hará en mi administración en materia de política interna”.
Y cuando nadie se lo esperaba, abundó que lo anterior se logrará “con Ricardo Ahued Bardahuil en la titularidad de la Secretaría de Gobierno y con José Manuel Pozos Castro, actual alcalde de Tuxpan, en la subsecretaría de Gobierno”.
¿Pozos en la Subsecretaría de Gobierno? Arquearon los ojos los que se encontraban en el presídium. En la capital y entre la clase política, debió suceder algo parecido: ¿Pozos en la Subsecretaría de Gobierno?
Y mire que sí causó sorpresa, pero no porque no se sepa que Pozos es capaz de eso y más, sino porque pocas veces se piensa en traer a las grandes ligas a políticos del tercer nivel de gobierno.
Lo mismo pasó cuando Rocío destapó a Ricardo Ahued, pero Rocío pensó diferente. Ella se ve que no tiene telarañas en la cabeza y para nada se ve que le tema a que dos tiburones de la política, como Ahued y Pozos, le puedan empañar los cristales de su auto y quitarle reflectores.
¡Vaya mancuerna en la SEGOB de Nahle!
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