Esa fundación tiene como principal donatario al gobierno de Estados Unidos, que, en un año, de 2019 a 2020, le regaló 25.7 millones de pesos. Las asociaciones dependientes de la política de la Casa Blanca otorgaron financiamiento a más de un golpe de estado militar en América Latina, entre otras están la USAID, la NED. En México dieron dinero a esta asociación las fundaciones de Alejandro Martí, Valentín Diez Morodo y Antonio del Valle, empresarios enemigos acérrimos de la 4T.
En 2015, se vislumbraba no sólo la candidatura de Andrés Manuel López Obrador sino un triunfo aplastante a su favor, ante este “peligro” Claudio, el junior tóxico, organizó una reunión en su casa de la Lomas de Chapultepec para crear la alianza electoral, con la patente a su nombre con partidos que habían abandonado sus principios y olvidado las luchas que les dieron origen.
Ahí, Claudio X. González unió al PRI, al PAN y al PRD, cuyos líderes aceptaron competir juntos porque era su única alternativa de sobrevivencia, no todos lo lograron, el PRD se quedó al final del camino y sucumbió.
La idea del aprendiz de político resultó mala, los partidos que integraron la alianza perdieron más que si hubieran competido por separado. Ahí debió retirarse el junior. Es decir, debió ser despedido de su primera chamba a los 55 años.
El junior confiesa haberse dedicado siempre a ser altruista, es decir, nunca trabajó y buscaba dinero de los ingenuos para fortalecer sus feudos conservadores contra la democracia. Altruista con dinero ajeno.
Luego de ser desenmascaradas sus empresas disfrazadas de fundaciones, --que son en realidad, partidos políticos, más que como una entidad de apoyo social--, el junior debió retirarse, pero le dio rienda suelta a su protagonismo, escogió a la candidata “ideal” para la izquierda, impuso criterios políticos y electorales, extorsionó autoridades, compró jueces, y desde diciembre de 2018 inició su largo viaje hacia la condena popular.
Ahora, como un despojo de las derrotas electorales, intentó recuperar el escenario y su imagen en espacios destacados en los medios y sin más provocación arremetió contra la Presidenta sólo para marcar la diferencia con su padre, quien fundó una de las empresas más importantes de papel en América Latina.
González Laporte ha tenido que pagar los platos rotos por tener un delincuente no tan juvenil pero igualmente inmaduro, fue público el desaire que le hiciera la Presidenta cuando le solicitó, sin cita, una audiencia. Esperó por varias horas para que después fuera Juan Ramón de la Fuente a avisarle que Claudia Sheinbaum no podía atenderlo.
Recientemente en la reunión en Palacio Nacional un grupo de empresarios, encabezados por Carlos Slim, se limaron asperezas con la Presidenta. Es conocida la declaración de González Laporte, sobre el encuentro, del que dijo fue satisfactorio y con futuro.
La provocación inició cuando el junior tóxico, calificó de autoritaria a la Presidenta, argumentando que en el pasado ella había combatido este tipo de acciones, y, además, la calificó de inepta e insensata, por no bajar la publicación del Diario Federal de la Federación, la notificación de la reforma al Poder Judicial convertida en ley.
Ante una pregunta de los medios la Presidenta se vio obligada a contestar dicha agresión, al decir: ““Yo diría que es un ‘junior tóxico’, porque miren, vean el resultado de esa reunión, O sea, él comanda al Prian, ahora quiere comandar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero no se lo recomiendo, miren el resultado que tuvo el Prian en la elección del 2 de junio”.
González acusó a la mandataria de no tener independencia en las decisiones políticas que ha tomado y la calificó de dependiente política, por lo que le pidió, no lo ataque llamándolo junior. Lo cual, no es un insulto, ni siquiera es un adjetivo simplemente una descripción que se hace cuando el hijo es la continuación del padre o bien, cuando éste protege, con su nombre, al hijo pródigo, quien vive bajo su sombra.
Aunque el junior aseguró la forjó de manera independiente a su padre, pues mientras este es empresario, él está dedicado a “la filantropía, el activismo social y el activismo político”, al parecer todo le salió mal, porque cuando se le pone precio monetario a la conciencia se encuentra con un muro de honestidad y convicciones que nunca aprendió.
Inseguro como cualquier adolescente que todavía no sabe el camino a seguir porque todo se le ha dado sin esfuerzo personal “Los juniors andan escondidos en sus privilegios o tras la sombra de su padre (¿le suena?) o madre. Yo he dado la cara, y la seguiré dando, por aquello en lo que creo (y que usted lastima): la libertad, la democracia y la justicia”.
Los resultados de su tardía vocación hablan por sí mismos, porque su concepción de la libertad está más cercana a las ideas ultraderechistas de Javier Milei que a la emancipación de los pueblos; su lucha por la antidemocracia la demostró al designar por dedazo a la candidata a la oposición de triste recuerdo y otros actos de autoritarismo que lo muestran más cercano al golpe de Estado, y la justicia, para su entender elemental, es el hecho de que jueces, ministros y magistrados tengan dueño, o sea él, por eso es de los enemigos más férreos de la reforma al Poder Judicial.
Fundó la organización política Sí por México, para convertirla en partido político, pero los mexicanos ni siquiera voltearon a verla también es cofundador del Diplomado Internacional para Líderes Educativos Transformadores, donde premia a sus amigos y del Despacho de Investigaciones y Litigio Estratégico, donde se elaboraban los amparos contra las obras del gobierno de la 4T.
Hasta los propios conservadores ven a Claudio X. González como un intento fracasado de magnate de la política que nació para perder.
PEGA Y CORRE.- Por primera vez en su historia el 52 Festival Cervantino decepcionó, poco público, mala organización, poco presupuesto, etc…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes. |