Dice la canción “On ne vit pas sans mourir un peu”, que en buen castellano es “No se vive sin morir un poco”...
Nuestra cultura de cierto modo, está ligada a la Muerte…
Nos morimos de miedo, pero también de frío, y a veces de vergüenza.
Pedimos unas cervezas “bien muertas”...
Llegamos a la casa tras la jornada laboral, “bien muertos”...
También hay “Muertos” que no hacen ruido…
Hay quienes se están “muriendo” de hambre…
A cuántos no nos han querido espantar con el petate del “Muerto”... y aprovechando, una frase ya en desuso: Se “petateó”... hoy en las redes sociales dicen “desvivió”... y si es homicidio “lo desvivieron”...
De seguro habrá quien recuerde al Abuelo con esta frase: Para todo hay maña, menos para la Muerte.
En septiembre, noviembre, diciembre y enero, arañando un poco febrero, la comida es sumamente especial… por eso bien se dice que De Muertos y tragones, están llenos los panteones…
Para quienes gustan ir en chinga en las mañanas a su trabajo: Más vale un minuto tarde, que un minuto de silencio…
Se presume siempre esa irreverencia ante la muerte por parte del mexicano, que hasta en el canto lo expresa: Prefiero morir cantando como muere la cigarra…
Amanda Miguel decía: No quiero flores cuando muera, las quiero ahora en mi jardín…
Los románticos “mueren” de amor… como Miguel Bosé…
Y hay quienes mueren sin haber amado… algo así cantaba Juan Gabriel… o bien, hasta al Palomo mató: Morirá, morirá, morirá / Morirá el palomo porque así es la muerte cuando hay soledad…
Ya que estamos musicales: No estaba Muerto, andaba de parranda.
Hay muertos que nunca olvido y vivos que ya murieron para mí…
Recuerde a sus muertos, que de cierto modo, es vivirlos…
Al final, que para morir nacimos…
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