Contar con un Congreso local existente antes de la puesta en marcha de su símil en el ámbito federal, constituye un tema vinculado a la historia del país y de la entidad.
Dicha coyuntura, empero, invita a la reflexión sobre momentos donde el país ha vivido tensiones políticas al más alto nivel; tal como sucede en la actualidad…
Este martes cinco de noviembre, en consecuencia, no será un martes cualquiera.
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El de Veracruz fue uno de los Congresos que avaló la Reforma Judicial impulsada por los senadores el pasado once de septiembre.
Mañana la Suprema Corte de Justicia de la Nación habrá de votar para admitir o rechazar la constitucionalidad de dicha Reforma.
Será presentada la propuesta del ministro Juan Luis González Alcántara, quien plantea aceptar las postulaciones de aspirantes a la Suprema Corte y a otros altos tribunales del país -quienes serían electos por el pueblo-; pero rechaza someter a comicios populares a miles de jueces nombrados tras años de formación jurídica.
La Reforma aprobada en septiembre incluye elecciones para todos: magistrados y jueces.
De hecho, a modo de proteger tal decisión, el viernes pasado diputados y senadores pusieron en marcha la denominada Supremacía Constitucional; creada para evitar en lo sucesivo que la SCJN pueda rechazar cualquier enmienda constitucional realizada por legisladores.
Mañana, los ministros se basarán en el principio de irretroactividad de la ley, a fin de sustentar la propuesta del togado Juan Luis González Alcántara y someterla a votación.
Se requiere un mínimo de ocho votos de los once existentes en la SCJN, para su aprobación.
De no obtener los ocho votos la Reforma Judicial quedará aceptada tal como fue aprobada por diputados federales, senadores y legislaturas locales.
Dicho escenario llevará a la calma, luego de dos meses de gran tensión política.
Caso contrario, si la propuesta del ministro González Alcántara obtiene los ocho sufragios necesarios, se estará cayendo la Reforma Judicial del pasado once de septiembre a pesar de la Supremacía Constitucional.
Ello conducirá a una tensión política mayor en el país; quizá grave.
Podríamos ser testigos de un encontronazo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo contra el Judicial; ambas partes alegarán tener la razón y, literalmente, estarán estirando la Constitución cada cual por su lado.
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Un escenario nada deseable pero posible, sería el de cuestionar a las instituciones de seguridad y fuerza pública:
¿A quién van a obedecer, a la presidenta y legisladores o a la SCJN?
Los legisladores podrán promover juicios políticos contra los ministros y éstos podrán emitir orden de aprehensión contra la titular del poder ejecutivo.
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¿El estado de cosas llegará a ese extremo, o una de las partes cederá antes de colocar a la Constitución en medio de una lucha política al más alto nivel?
Veremos.
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La LXVII Legislatura de Veracruz se compondrá con la siguiente numeralia:
- MORENA tendrá veintiún diputados de mayoría relativa y nueve de representación proporcional, para un total de treinta.
- PVEM, cuatro diputados de mayoría relativa, añadidos a dos de representación proporcional; seis en total.
- PT contará con cuatro diputados de mayoría relativa y uno plurinominal; es decir, cinco.
- PAN obtuvo una diputación de mayoría relativa, más cuatro plurinominales; suma cinco
- PRI sólo tendrá dos diputados plurinominales.
- MC, dos diputados plurinominales.
De este modo, los partidos aliados MORENA, PVEM y PT suman cuarenta y un curules; mientras la oposición, dividida, contará con nueve.
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Al frente de la Junta de Coordinación Política de la LXVII Legislatura estará el diputado de mayoría relativa, profesor Esteban Bautista Hernández; del distrito 27 de Cosoleacaque. |
