Braskem sacó las manos del fuego político generado por el escándalo de Odebrecht y desde el año 2016 opera con eficiencia a un costado del municipio de Coatzacoalcos, uno de los extremos del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; el otro es Salina Cruz, en Oaxaca.
Se invirtieron unos 5 mil 200 millones de dólares para la construcción de Braskem Idesa, ubicado frente a los depauperados complejos petroquímicos de PEMEX: Cangrejera y Morelos, así como Pajaritos; este último construido desde fines de los años 60s y hoy cerrado.
La construcción del complejo petroquímico privado de Braskem-Idesa generó unos 25 mil empleos directos durante más de media década; lo que devino desarrollo económico, derrama en cadenas comerciales y productivas, incremento evidente en la demanda de vivienda y aumento de rentas en Coatzacoalcos que respiró tras una crisis que rondada dos décadas, o más, sobre la mayoría de hogares de unos 300 mil habitantes.
La inversión en torno a Braskem-Idesa marcó un ejemplo sobre beneficios sociales surgidos de inversiones multimillonarias.
Si la inversión es con dinero público o privado, el resultado es semejante en lo relativo a la creación de empleos y el estímulo a cadenas comerciales y productivas…
La diferencia es que el sector privado no suele arriesgar y apuesta a inversiones de recuperación y ganancias seguras; mientras que el gobierno suele actuar desde posiciones ideológicas y políticas que no siempre dan buenos resultados.
En el sistema capitalista, voraz por naturaleza, un problema esencial surge cuando la inversión termina su etapa de construcción y entra a la operatividad del proyecto.
Braskem-Idesa funciona con eficacia; sus dueños consiguieron préstamos de la banca nacional, internacional y mundial y han cumplido ocho años pagando sus deudas.
A diferencia de proyectos del gobierno, en Braskem-Idesa se opera con resultados, así como rigidez financiera y administrativa.
Los 25 mil empleos de la construcción durante seis años, disminuyeron a 700 en su operación; y la permanencia en esas plazas laborales depende de desquitar el sueldo; así de simple…
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Braskem-Idesa compra materia prima –gas natural-, produce materia prima industrial –polietileno-; vende lo producido a fábricas mexicanas o de otros países; paga a proveedores, los impuestos, la deuda, los sueldos y la ganancia es separada para reinvertir llegado el caso, o administrarse entre los dueños…
Detalles más, detalles menos, opera como toda empresa privada triunfadora…
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El miércoles pasado, Petróleos Mexicanos -ahora convertida junto con CFE, en Empresas Públicas del Estado- dio a conocer la reactivación de los complejos Cangrejera y Morelos en Coatzacoalcos.
La Secretaría de Energía, a cargo de Luz Elena González, y PEMEX, dieron a conocer las líneas estratégicas para el sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum; esto es el periodo 2024-2030.
Se han dado a conocer números en torno al plan productivo de gasolinas, óxido de etileno y amoniaco; incluido un tercer Complejo Petroquímico, el de Cosoleacaque, ubicado a unos treinta kilómetros de Cangrejera y Morelos.
No trascendieron cifras en millones de pesos o dólares, a invertir en esta reactivación.
Con base en el decreto firmado por la presidenta Sheinbaum el pasado 30 de octubre, el gobierno invertirá un mínimo de 54 % -o más- en proyectos del sector energético; mientras que las empresas privadas sólo podrán invertir un máximo de 46 % en dicha área, dada la política de Soberanía Energética implementada por la 4T.
Desde luego, si al sector privado no le interesa o no le conviene invertir en el rubro energético, simplemente no lo hará…
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Ya veremos sobre la marcha cuánto se invierte en los complejos petroquímicos de PEMEX en el sur veracruzano y conoceremos sus resultados dentro de seis años.
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Si Braskem-Idesa es un ejemplo sobre el impacto de mega inversiones en el desarrollo social y lo es también en el sentido de la eficacia administrativa, operativa y el rescate de capital; PEMEX también es un gran ejemplo en los mismos rubros, solo que negativo…
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PEMEX es una empresa con una deuda que rebasa los 100 mil millones de dólares por añejos financiamientos; a los que se suman 20 mil millones de dólares de deuda a proveedores, entre ellos TAMSA, como lo expusimos en nuestro CLAROSCUROS previo.
Otra diferencia fundamental entre PEMEX y Braskem-Idesa estriba en los contratos laborales; el sector energético oficial opera a través de sindicatos y el privado, en el caso que nos ocupa, no…
Si PEMEX quiere despedir a un trabajador por corrupto o ineficaz deberá pasar por encima del sindicato o no podrá correr a dicho empleado.
En la práctica el sindicato -en este caso el STPRM- suele tener más poder sobre el trabajador que el patrón, es decir PEMEX…
En Braskem-Idesa no tienen ese conflicto administrativo ni legal y la diferencia entre un organismo y otro deriva en mucho dinero que se vuelve productivo o se tira a la basura…
CONTINUARÁ |