Según el Censo Agropecuario 2022 del INEGI, Veracruz cuenta con 5.8 millones de hectáreas dedicadas a actividades agropecuarias y forestales, de las cuales se cultivan cultivos clave como caña de azúcar, maíz, cítricos, café y piña. Otras actividades primarias, como el cultivo de vainilla y la producción apícola tienen presencia, aunque no en volúmenes significativos.
En 2024, el sector primario empleaba al 24.8% de la población ocupada del estado, con 3.53 millones de personas en la fuerza laboral (297,000 en actividades agrícolas, 193,000 en cultivo de maíz y/o frijol). La participación femenina era del 9.3%.
Según datos del ahora extinto Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) de 2024, el 45.68% de la población de Veracruz vivía en pobreza laboral, es decir, con ingresos insuficientes para cubrir la canasta alimentaria. En el medio rural, esta cifra eran aún más alta, con estimaciones que alcanzaban el 60-70% en zonas de alta marginación, como la Huasteca Alta, Zongolica y Los Tuxtlas.
Veracruz es el principal productor nacional de caña de azúcar, con 360,073 hectáreas cultivadas y una producción de 21.2 millones de toneladas en 2022. También es líder en exportación de azúcar, con US$239 millones en 2024. El problema que implican los prolongados periodos de sequía entreverados con lluvias torrenciales, la carencia de medios para el almacenaje de agua y la contención de las crecidas, tornan al panorama de los productores agrícolas y ganaderos de Veracruz en una grave encrucijada.
Con frecuencia y en buena parte de los productos del campo, dependiendo de la rama de producción, sólo dos o tres meses al año la economía agrícola y ganadera produce rentabilidad suficiente; en ciertas temporadas los productores han de trabajar con pérdidas y en no pocos casos, las actividades productivas se han reducido al autoconsumo.
La entidad destaca en la producción de naranja y limón, con exportaciones de agrios frescos o secos por US $294 millones en 2024. El virus de la tristeza de los cítricos (CTV) está presente en Veracruz desde 1986, pero desde 2017 se han detectado razas severas del virus que han causado la muerte de al menos 300,000 árboles en el estado. Estas razas severas, como el genotipo VT, provocan síntomas graves como el «declive rápido» (quick decline), clorosis generalizada, reducción del vigor, hojas pequeñas y picado de tallo.
Veracruz cuenta con 258,082 hectáreas dedicadas a cítricos, produciendo 4.1 millones de toneladas anuales (2022), con un valor de 15,543 millones de pesos. Es el principal productor nacional de naranja (171,719 hectáreas) y lima persa (52,990 hectáreas). Sin embargo, el CTV, junto con el Huanglongbing (HLB o Dragón Amarillo), amenaza esta producción, causando pérdidas económicas significativas y comprometiendo los 200,000 empleos directos y 300,000 indirectos generados por la citricultura en el estado.
Veracruz es líder en carnes de bovino, ave y porcino, además de leche y huevo. La ganadería extensiva, sin embargo, ha destinado tierras aptas para agricultura al pastoreo, lo que limita el potencial agrícola. Recientemente productores ganaderos del sur de Veracruz informan de afectaciones por el gusano barrenador en el hato ganadero y la carencia de respuesta efectiva del gobierno estatal. Manifiestan que la dispersión de moscas estériles no ha sido suficiente para detener la epidemia.
La suspensión de actividades durante dos días en la planta frigorífica Miguel Alemán ubicada en Acayucan ha impactado a ganaderos del sur de Veracruz, afectando la maquila de ganado tras auditorías del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica). Aunque la suspensión fue breve, deja en claro las inadecuadas condiciones de la ganadería en Veracruz y afecta gravemente el prestigio y la confianza en los cárnicos veracruzanos.
Probablemente la avicultura veracruzana sea la única actividad con potencial inmediato de crecimiento. A pesar de brotes epidémicos como la influenza aviar y las denuncias de extorsión por parte de la delincuencia organizada, en el primer semestre de 2024, Veracruz produjo 260,494.4 toneladas de carne de ave, aportando el 13.6% del total nacional (1,920,413.6 toneladas), lo que lo posiciona como el líder nacional en este rubro, seguido por Jalisco (11.5%), Aguascalientes (10.7%), Querétaro (9.8%) y Durango (7.4%).
Sin embargo, se trata de una actividad básicamente industrial en la composición de toda su cadena, por lo que son muy pocas las familias de pequeños productores las que pudieran beneficiarse de esta circunstancia.
Veracruz aporta el 4.6% de la producción pesquera nacional, destacando en mojarra, langostino, camarón y ostión, gracias a sus 800 km de litoral. Paradójicamente, buena parte de los pescados y mariscos que se consumen en Veracruz provienen de otros sitios, particularmente Campeche. Algunos especialistas han destacado la reducción de los cardúmenes y el incremento de costos de combustible y el deterioro de los navíos y las artes de pesca. Ello, aunado a la grave contaminación de los cuerpos de agua que afecta la reproducción de los alimentos de origen marino.
Desde las décadas de 1980 y 1990, la crisis agropecuaria ha llevado a una «desagrarización» del medio rural, con más del 50% de los ingresos rurales provenientes de actividades no agrícolas, especialmente en la periferia de ciudades como Xalapa. Esto ha generado abandono de tierras y deterioro ambiental.
En 2025, las remesas (US $ 595 millones en el primer trimestre) superan la Inversión Extranjera Directa (US $ 420 millones), reflejando una economía rural dependiente de flujos externos y con tendencia al mayor empobrecimiento y la inestabilidad derivada de la incertidumbre laboral en los Estados Unidos de América.
Lo cierto es que México es altamente dependiente de las importaciones para ciertos productos alimenticios, lo mismo ocurre actualmente en Veracruz. Ya en 2019, líderes campesinos en Veracruz señalaban que el país dependía en un 80% de importaciones para garantizar el abasto de algunos productos alimenticios, especialmente granos como el maíz, trigo y soya. Tristemente, esta tendencia se mantiene en 2025, con un aumento récord en las importaciones de granos.
En 2019, el presidente de la Unión Agrícola Estatal de Productores de Maíz en Veracruz destacaba que el estado, al igual que el país, dependía en gran medida de la importación de maíz debido a la baja producción local, afectada por condiciones climáticas y falta de apoyos. En 2025, esta dependencia persiste y se incrementa, especialmente para el maíz amarillo usado en la industria y alimentación animal, importado principalmente de Estados Unidos.
Veracruz, como parte del mercado nacional, consume carnes y lácteos importados, especialmente de Estados Unidos. En 2022, México importó 2.3 millones de toneladas de productos cárnicos, muchos de los cuales ingresaron por el puerto de Veracruz, uno de los principales puntos aduanales del país
Veracruz importa alimentos de otras entidades, pero los datos específicos sobre volúmenes son escasos. Productos como trigo, frijol y ciertos lácteos suelen provenir de estados como Sonora, Sinaloa y Jalisco, que tienen mayor producción de granos y productos procesados. Por ejemplo, Jalisco y Coahuila de Zaragoza lideraron las ventas internacionales de productos alimenticios en 2024 (US $ 4,352 millones y US $ 4,378 millones, respectivamente), y parte de estos productos llegan a Veracruz para complementar el mercado local
La producción de maíz blanco en el estado no cubre ni siquiera la demanda interna. En Veracruz, el «maíz enano» se hace presente debido a la sobre explotación del suelo, el arrastre de la biota terrestre a ríos y océanos y, frecuentemente, a la falta de lluvias.
En zonas como Orizaba, Córdoba y Xalapa, líderes campesinos han señalado que hasta el 80% de los alimentos consumidos (especialmente granos) son importados, ya sea de otras entidades o del extranjero, debido a la baja producción local y las condiciones climáticas adversas, como huracanes que afectaron cultivos en 2025.
Según la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras, la cosecha de café en Veracruz cayó aproximadamente un 40% durante el ciclo 2022-2023. Esta disminución se atribuyó a una combinación de factores, incluyendo una sequía prolongada, cambio climático, migración de productores a otros cultivos (como limón y caña de azúcar), falta de apoyos gubernamentales y la preferencia de empresas transnacionales por café robusta de menor calidad y costo.
Aunque el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) proyectó un incremento ligero a nivel nacional del 1% para el ciclo 2023-2024, no se desglosa específicamente la situación de Veracruz. Sin embargo, reportes generales indican que la producción en el estado continuó enfrentando presiones, con estimaciones de una caída adicional debido a condiciones climáticas adversas.
En 2024, testimonios locales y reportes de prensa señalaban una caída en la producción de café en Veracruz superior al 50%. n 2021, Veracruz produjo 229,849 toneladas de café cereza, con un valor de 1,343 millones de pesos, ocupando el segundo lugar nacional después de Chiapas. La superficie cultivada era de aproximadamente 145,000 hectáreas, pero para 2023, el número de hectáreas se redujo a unas 90,000, y el número de productores disminuyó de 90,000 en 2005 a 50,000 en 2023, lo que refleja una contracción significativa en la actividad cafetalera.
La broca del café, diferente a la roya, está presente en la mayoría de las zonas cafetaleras de Veracruz, incluyendo regiones clave como Coatepec, Xalapa, Huatusco, Zongolica, Atzalan, Tezonapa, Ixhuatlán del Café, y Los Tuxtlas. Desde su detección en México en 1978 (en Chiapas) y su expansión a Veracruz, esta plaga afecta principalmente al café arábiga (Coffea arábica), que constituye la mayoría de los cultivos en el estado. En 2025, la broca sigue siendo una de las principales amenazas fitosanitarias, junto con la roya del cafeto (Hemileia vastatrix) y el barrenador negro de las ramas (Xylosandrus compactus).
La broca contribuye significativamente a la caída de la producción cafetalera en Veracruz, que se estima en un 40% para el ciclo 2022-2023 y hasta un 50% en 2024-2025, según reportes de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras y medios locales. La plaga perfora los frutos del café, reduciendo la calidad y cantidad del grano, lo que genera pérdidas económicas para los aproximadamente 50,000 productores veracruzanos.
La proyección de una reducción de hasta 1 millón de sacos a nivel nacional (equivalente a unas 46,000 toneladas, considerando sacos de 46 kg) para 2025, junto con la caída específica en Veracruz de más del 50%, indica que la producción podría estar significativamente por debajo de las 137,909 toneladas estimadas para 2023, posiblemente acercándose a 100,000 toneladas o menos, aunque no hay datos exactos confirmados para el ciclo 2024-2025.
La producción de caña de azúcar en Veracruz ha caído significativamente: 2.5% en volumen en 2022-2023, 46.9% en molienda en 2023-2024 (de 22.25 a 15.43 millones de toneladas), y una proyección de 2 millones de toneladas de azúcar para 2024-2025, menor a los niveles históricos. Las principales causas son la sequía, el gusano medidor, la escasez de mano de obra, el envejecimiento del campo y la competencia con edulcorantes. A pesar de los esfuerzos gubernamentales, como los apoyos de Producción para el Bienestar y la mecanización, los desafíos climáticos y estructurales persisten, afectando la productividad y la economía de los 70,000 productores veracruzanos.
Tomada de LA SILLA ROTA. En 2023, Veracruz sembró 3,935 hectáreas de arroz palay, representando el 16% de la superficie nacional dedicada a este cultivo (23,292 hectáreas). Esto refleja una caída abrupta desde las 33,000 hectáreas cultivadas hace 20 años.
Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de 2023, Veracruz tenía 3.7 millones de cabezas de ganado bovino, representando el 12.9% de la producción nacional de carne y el 6.1% de la producción de leche. Sin embargo, reportes de 2025 indican una reducción en el número de cabezas, aunque no se especifica un porcentaje exacto. La caída se estima en al menos un 5-10% anual en los últimos años, basada en la pérdida de productividad y abandono de tierras ganaderas.
Se han reportado casos de gusano barrenador en el sur de Veracruz, específicamente en Las Choapas (mayo 2025) y Minatitlán (junio 2025). Hasta el 30 de junio de 2025, no hay nuevas incidencias de esta plaga, que puede transmitirse a humanos. La anaplasmosis es una enfermedad que afecta principalmente al ganado en pastoreo en zonas tropicales como Veracruz, causando hasta el 25% de las pérdidas por mortalidad en animales trasladados a estas regiones. La brucelosis también está presente, llegando a contagiar, en casos extremos, hasta el 37% de los hatos afectados.
La pesca y la acuacultura en Veracruz han registrado una disminución constante en los últimos años. En 2020, el estado aportaba el 4.6% de la producción pesquera nacional, pero la caída en 2024 refleja una menor captura, influenciada por factores externos. La acuacultura, aunque con potencial de crecimiento, no ha compensado la reducción en la pesca de captura debido a limitaciones en infraestructura y regulación. Las malas prácticas como la quema de los cañales, el riego sin control de las vinazas, la contaminación de tierras, aguas y aire con heces y gases de invernadero resultado de la ganadería y la avicultura tampoco ayudan al panorama.
Sin una política específica, sin medidas concretas, con demagogia, ocurrencias y desconocimiento, el escenario de la agricultura y la ganadería de Veracruz no dan espacio al optimismo.
Con información de GROK, COPILOT e INIFAP
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