Federico Salomón Molina, aún presidente del CDE del PAN en Veracruz no cede, no entiende que ya perdió y que tendrá que pagar las consecuencias de abusar de su poder para obstaculizar al ejercicio del cargo y que sus actos arbitrarios y misóginos que se tipifican como violencia política en razón de género, ejercido en contra de Monserrat Ortega.

¡Y, no señor, no se trata de un capricho! como se sabe que Federico Salomón Molina propaga entre mujeres de su cercanía política para de una manera perversa hacer ver el ejercicio de sus derechos que ha hecho valer la actual diputada local Monserrat Ortega. Políticas cercanas que por ello le han dado la espalda de género a Monserrat y buscan minimizar los actos reprobables de Federico.

Y tan no se trata de un capricho personal sino un caso juzgado y reprobado por dos instancias judiciales electorales:

 El Tribunal Estatal Electoral del Estado de Veracruz, (TEV), y

La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)

Es decir, para nada los argumentos de la denuncia de Monserrat Ortega, se parecen un simple capricho de Monserrat, sino un caso, fundado y argumentado que cae dentro de los casos tipificados como trato diferenciado y discriminatorio hacia las posibilidades cumplimiento de sus deberes estatutarios de Monserrat Ortega en el ejercicio de su cargo como Secretaria Estatal de Movimiento Político de la Mujer.

¡No se trata de un capricho, sino la exhibición pública de un político que no solo no apreció el trabajo político de una mujer sino que la atropelló en sus funciones, le impidió cumplir con su encargo y por lo tanto, el TEV y TEPJF coincidieron en su determinación de condenar a Federico Salomón y al encargado de la Tesorería del CDE estatal del PAN en Veracruz Roberto Martínez Archer a ser inscritos en el Catálogo Nacional de Personas Sancionadas en Materia de violencia política contra las mujeres en razón de género.

Es decir, no se trata de caprichos, se trata de una asunto serio y fundado que difícilmente una instancia mayor a las que ya sancionaron al dirigente y al tesorero del CDE del PAN podrán conseguir lo contrario.

Lo peor para Federico Salomón y su grupo político es que a la postre hagan crecer la figura política de la diputada local Monserrat Ortega, pues en ella las demás mujeres azules tendrán la seguridad de que con valentía podrá defender sus derechos y derribar las puertas que durante años les han sido cerradas.

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