Si las cosas siguen como hasta ahora y el PRI no pierde su registro nacional pronto, tendría que llegar con candidato propio para las elecciones presidenciales del 2030.

Ya en el 2024 por primera vez después de casi cien años, el PRI llegó a la presidencial sin un candidato propio y tuvo que aferrarse a las faldas del PAN y su candidata Xóchitl Gálvez.

Sin embargo, ahora que el PAN tiró la chancla y no la piensa volver a levantar, el PRI tiene que pensar seriamente en contender en solitario o de plano mejor ni presentarse a la elección del 2030 para no hacer el ridículo.

Pero bueno, si Usted está pensando que en el PRI no hay figuras que puedan dar la batalla y afianzarse en el deseado 4o lugar (para ellos)  de las preferencias electorales (Morena, PAN y MC, lo dejan de calle), pues váyalo pensando dos veces.

De entrada tiene que saber que para la población en general, Alito Moreno no sería la mejor opción. De acuerdo a una encuesta de “México elige”, sería una mujer la mejor posicionada por el PRI.

Se trata de Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc en la CDMX. Según los datos de le encuesta, entre la población en general, ella tiene el 27.7% de las preferencias, en segundo lugar está Alito Moreno con el 18.1%, y en tercer lugar Idelfonso Guajardo con el 13.6%.

Y no crea que son los únicos, entre los otros “Ases” del PRI con los que puede competir en la presidencial, según la encuesta, están Manolo Jiménez, Manlio Fabio Beltrones, Carolina Viggiano, Esteban Villegas, Rubén Moreira Valdez, Rolando Zapata y Miguel Ángel Riquelme.

¡Puro cuarto bat! ¡Puro cuadro titular! De la Invernal, pero cuadro titular. Aunque claro, la inmensa mayoría de ellos no están al nivel de la Liga Mexicana de Béisbol, ni la del Pacífico… y mucho menos de las Ligas Mayores, pero bueno, compiten que ya es algo.

Lo cierto es que cuando menos Rojo de la Vega, a nivel nacional, se aprecia como una cara fresca dentro del Jurassic PRI y Alito, pese a tener todos la fuerza del partidazo a su disposición, entre la población en general no le ven futuro.

Falta mucho para el 2030, y de los resultados que pueda tener el PRI en el 2027, votaciones en las que al parecer irán solos en los Estados en disputa, se irán viendo sus verdaderas opciones.

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