De acuerdo al informe de cuentas por pagar que presentó la Secretaría de Finanzas, la deuda del gobierno de Veracruz con empresas contratistas y proveedores, es de 11,431 millones de pesos. Esta es una cantidad tres veces superior a la que se publicó en el tercer informe de la cuenta pública del año pasado, cuando se informó que era de 3,469 mdp. Es decir, como por arte de magia, la deuda pública se incrementó en casi 8,000 mdp en tan sólo nueve meses.
Esta deuda está compuesta por 6,221 mdp de cuentas por pagar a contratistas por obras realizadas, 4,056 mdp a “Proveedores” por compra de bienes y servicios, y 1,153 mdp a “Terceros institucionales” por compromisos a otras dependencias u organismos públicos.
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Las cuentas por cobrar se concentran particularmente en 5 dependencias: La Secretaría de Educación con un pasivo de 2,555 (22% del total), la Dirección General de Carreteras y Caminos (DGCCE) de la SIOP con 1,895 mdp (17%), la Secretaría de Seguridad Pública (SPP) con 1,665 (15%) Servicios de Salud de Veracruz (SESVER) con 1,288 (11%) y la Secretaría de Infraestructura y Obras públicas (SIOP) con 1,149 mdp (10%).
Destaca también el hecho de que la mayor parte de la deuda con “proveedores” lo tienen cuatro secretarías, SSP con 1,615 mdp, SEV con 853, SEFIPLAN con 774 Y Coordinación de comunicación social (CGCS) con 400 mdp. En tanto que la mayor parte de la deuda con contratistas se concentran en otras tres DGCCE con 1895 mdp, SESVER con 1,288 , SIOP con 1,098 y Secretaría de desarrollo social con 928 mdp. Es Importante señalar que las secretarías en donde más deuda se ha acumulado, son las que han enfrentan hoy el mayor número de observaciones por parte de en por la SF por irregularidades derivadas de actos de corrupción, particularmente la SEV, SESVER y la SPP.
En realidad, no es que durante el corto tiempo de nueve meses se hayan contraído nuevas deudas, lo que sucede es que el gobierno del estado ha ocultado y manipulado sistemáticamente la información relativa a las finanzas públicas, reportando cifras parciales, incompletas e inexactas, y por ello no podía saberse con certeza la magnitud de este componente de la deuda pública estatal.
Es decir, muy probablemente el monto de este pasivo ya era de esta magnitud, y simplemente se ocultó para engañar a las empresas calificadoras dándoles información falsa para obtener buena calificación; para engañar a la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y al ORFIS para que no detectaran los actos de corrupción en que se incurrió y para engañar a los veracruzanos haciéndonos creer que todo iba bien.
Hoy, ante la presión de la Secretaría de Hacienda, de la ASF, de las calificadoras y la necesidad de preparar la información para la entrega recepción ante el cambio de gobierno, parece no quedarle otra opción al gobierno que publicar la información que por años ha ocultado y manipulado, y ha sido como abrir la Caja de Pandora, porque muchos desarreglos han aparecido al develarse esa información.
Sólo cabe esperar que, cuando al fin pueda cerrarse, suceda como en el relato mitológico, que aún permanezca en el fondo la esperanza. hbarcel@hotmail.com
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