Mientras escuchaba el mensaje del alcalde meridense Mauricio Vila Dosal, no salía de mi asombro porque el acto estaba concluyendo ya sobre la diez de la noche, es decir, estaban trabajando en sábado y ya tarde y en pleno periodo vacacional, pero, además, todos los funcionarios estaban mezclados ante propios y extraños y por ningún lado había vallas metálicas ni escoltas, guaruras o policías fuertemente armados, de tal forma que si uno quería se les podía acercar y hablar con ellos (Mérida es la ciudad más segura de todo el país y con el menor índice de delincuencia).
Al final disfrutamos de un bello espectáculo de fuegos artificiales y mientras veía estallar los cohetes multicolores en el cielo reflexionaba cómo es muy sencillo y facil gobernar si se hace con el pueblo, si se le toma en cuenta y si se le consulta.
Ahí estaban las autoridades sin ningún temor a un reclamo, a un insulto, a una protesta; no vi a uno solo que terminando el acto saliera huyendo para evitar al pueblo; se veían tan frescos, tranquilos y seguros como quienes paseábamos y éramos testigos de algo que, en mi caso, hace mucho, pero mucho tiempo que no veo en Veracruz.
Esto, por asociación, me lleva a mantener la esperanza de que con el nuevo gobierno que encabezará Miguel Ángel Yunes Linares las cosas cambiarán para bien del estado, a partir de que se gobernará –creo que eso esperamos todos los veracruzanos– con el pueblo y de cara al pueblo y confiamos que en los próximos dos años nunca a espaldas del pueblo como lamentablemente se hizo en el actual sexenio con la complacencia de la mayoría priista en el Congreso del estado.
Mi creencia de que se nos tomará en cuenta a todos para la toma de decisiones la baso en que, al menos de entrada, la elaboración del Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018 se iniciará formalmente este lunes con la participación de representativos de los diversos sectores de la vida pública de Veracruz, en un acto que tendrá lugar en el Museo de Antropología a partir de las diez de la mañana.
A esto habría que agregar el recorrido que está haciendo el Gobernador electo por todos los municipios del estado para reunirse con las autoridades municipales a fin de consultarlos para conocer los problemas y necesidades que enfrentan para buscarles soluciones en forma conjunta, algo que en algunos sexenios atrás hicieron otros gobernadores y que por ahora extrañábamos; también se está reuniendo con diversos sectores, como lo hizo ayer en el mismo Coatzacoalcos con organizaciones de la sociedad civil.
Ahora ya ha quedado en claro, por toda la información periodística de la semana pasada y que en otra entrega comentaremos, que la Procuraduría General de la República (PGR) está investigando las denuncias en contra de los funcionarios y ex funcionarios del gobierno saliente, y se espera que se llegue hasta sus últimas consecuencias, y entonces es bueno que se deje a la instancia correspondiente que se ocupe de todo lo que concierne a los actos de corrupción e impunidad y que el nuevo gobernador, quien ha ganado notoriedad mediática incluso a nivel nacional e internacional por ser el artífice de las denuncias, empiece a trabajar en firme sobre lo que será y hará su gobierno en la difícil circunstancia en la que recibirá la administración pública.
Esa circunstancia hace obligada la participación de todos los veracruzanos para rescatar a Veracruz y por eso alienta que se les tome en cuenta y se les consulte. Por lo que pulso en mi tránsito diario por Xalapa y otras partes del estado, por ahora Yunes Linares tiene ya un gran capital pues muchos veracruzanos, me atrevería a decir que la mayoría, cifran mucho sus esperanzas y tienen mucha confianza en que hará las cosas bien y que no los defraudará tomando decisiones o realizando acciones de gobierno que les afecten.
Que se sepa también, Miguel Ángel, como es y será su deber una vez en funciones, se dispone a gobernar sin distingos partidistas y hasta donde alcanzo a saber, está cabildeando hasta con priistas, muchos de los cuales, me consta, incluso no han esperado a que les llame para tratar de entenderse con él y ofrecerle su colaboración, incluso sé de un considerable número de priistas que están por afiliarse al PAN.
A partir de este lunes corre agosto y ya sólo le quedarán al gobierno saliente dos meses en plenas funciones –es un decir– (septiembre y octubre) porque noviembre será el mes de transición y entrega, y duele que el gobierno prácticamente esté paralizado a causa de la falta de recursos y porque lo que domine sea el escándalo mediático y las autoridades estén preocupadas y ocupadas en ver cómo se defienden de las denuncias en su contra y no en procurar la seguridad y el bienestar de los veracruzanos.
Confiemos en que ya aparezca la luz de la cerditumbre al final del túnel.
El padre Zilli, malito
Al ir a hacer ayer mi oración dominical a la iglesia de La Piedad, en Xalapa, mediante el boletín semanal me enteré que el padre Zilli, mi maestro de filosofía José Benigno Zilli Mánica, se encuentra muy enfermo y se nos pide que le obsequiemos algunas de nuestras oraciones. Le envío un abrazo y le deseo que se recupere y esté bien.
Lo sorprendente y admirable es que, de acuerdo al boletín, escribe otro libro, ahora sobre la historia de la parroquia de Alto Lucero y aspectos del municipio. “Usted se ha fijado cómo le cuesta trabajo leer. Pues ya se decidió a otra operación más, ahora de cataratas en el ojo izquierdo. Se operará el próximo jueves. Haga una oración por él”, se nos pide.
Lector, acá estamos de vuelta. Me tomé unas largas vacaciones. Ese derecho sí no me lo podían quitar los que se van. Luego de recorrer las carreteras de Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Tabasco, me duele volver y padecer la “autopista” Coatzacoalcos-Tinajas, muy cara además en comparación con las de los otros estados. Urgen buenos gobiernos. |