Faltan cien días para desaparecer la inseguridad. .
Faltan cien días para generar miles de empleos bien pagados.
Faltan cien días para cambiar a la policía.
Faltan cien días para conocer los nuevos programas.
Faltan cien días para construir más hospitales y escuelas.
Faltan cien días para que el sol vuelva a brillar.
Faltan cien días para cambiar a Veracruz.
Son tantas las promesas, que la gente se sigue emocionando con la llegada del nuevo gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes Linares, porque el gobernador electo de cualquier forma todos los días lanza un comunicado de prensa, una nueva idea, una nueva opción para los veracruzanos que esperamos con ansias que se termine con esta racha, que ahora con las redes sociales, las amenazas se hacen más palpables por parte del crimen organizado. Ojala que no todo quede en una marga decepción.
Porque Yunes Linares está muy lejos, pero muy lejos, de ser el nuevo salvador o redentor.
Son más de cinco meses de espera, entre las elecciones y la toma de posesión, por lo que el desgaste del gobernador que llega y el que se va, se siente más fuerte. Los dimes y diretes se continúan escuchando diariamente de manera innecesaria.
Los dos personajes se denunciaron penalmente, solo se espera la resolución de la autoridad para determinar qué es lo que procede, después de que ambos presentaron grandes expedientes con las respectivas pruebas de sus dichos.
Varios nos pintan un panorama como si fuera un cuento de hadas.
Siguen presentando tantas expectativas que varios creen que a partir del 1 de diciembre próximo en forma mágica y milagrosa, desaparecerá en el estado la inseguridad, la pobreza, la inequidad, la corrupción, entre oros flagelos que lastiman al pueblo veracruzano.
Qué más quisiéramos que este futuro mágico y maravilloso que nos pintan los panistas, fuera cierto, que a partir de la toma de posesión de Miguel Ángel Yunes Linares, la seguridad permeara en todo el territorio veracruzano, a tal grado que ya no se necesitaran cuerpos policiacos, que las desigualdades y la pobreza no existieran en Veracruz, que los programas como los de Prospera, leche Liconsa y 65 y más ya no fueran necesarios, que los “diezmos”, “quinceañeras” o “ventiladores” ya no se insinuaran o se exigieran.
Un gobierno igual o peor a los que conocemos, sería la ruina
El pleito entre los dos políticos tiene repercusiones directas en el ánimo de la población de los 212 municipios, porque por igual es la preocupación de los habitantes del norte, centro y sur del estado de Veracruz que vive cansado de tanto desasosiego.
Si el gobierno que esperamos saliera igual que los que hemos conocido, a pesar de las fuertes expectativas, la probabilidad de lanzar a un candidato sin partido político para las elecciones de 2018, podría ser la alternativa de los veracruzanos. Quedaría comprobado que ya no hace falta un partido.
No es la primera vez que escuchas tanta “crema” de un evento y a la mera hora descubres que no es lo que te habían prometido, así lo hemos visto en un concierto, en una obra de teatro, en una fiesta y en muchas cosas que resultan frustrantes a la mera hora, cuando esperas encontrarte con algo completamente distinto, resulta que es lo mismo o hasta peor.
Muchos de los que van a llegar fueron priistas, luego panistas y muchos de los que participarán (si los dejan) van a ser perredistas, que han caminado en distintos rumbos, realizando diversos quehaceres de la política, por lo que resulta muy difícil que ahora en este nuevo ejercicio demuestren que han cambiado, que fueron a un retiro espiritual y son distintos.
Pero no podemos juzgar a priori, deben tener su oportunidad y demostrar que efectivamente van a actuar con otra mentalidad, con honestidad, con alto sentido de responsabilidad y que van a ayudar a que todo cambie, sobre todo la imagen de nuestro “Veracrucito”, para que se reactive en todos sentidos la economía tan deteriorada que estamos viviendo.
Héctor Yunes Landa, como “pepita en comal”…
Todavía no se instala el gobernador de 2016, Miguel Ángel Yunes Linares y su primo incómodo, Héctor Yunes Landa, anda como “pepita en comal”, no descansa ni los domingos con tal de llamar la atención.
Con actitud necia dice ante los medios de comunicación que si llegara a ser candidato de nueva cuenta en 2018, habrá más posibilidades de ganar, porque no cargará con el “muerto” que lo hizo perder en las pasadas elecciones.
Tiene habilidad para manejar el lenguaje figurado, pero si se precia de ser un posible candidato no puede mezclar la ironía con una posición tan seria, como sería la de llegar a ser el abanderado por el PRI (pues por cual otro) para llegar a la gubernatura.
La famosa alianza que estableció con José Yunes Zorrilla ya se le olvidó y cuando le recordaron ese pacto, aclaró que si, pero que como perdió tendría que volver a participar, porque esa situación no se contempló cuando formaron esa hermandad.
Tal vez como Andrés Manuel López Obrador o Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, seguirá pensando que la tercera es la vencida, total la alianza puede aguantar otras derrotas, en tanto que Pepe Yunes no haga el reclamo correspondiente.
Algunos piensan que es una estrategia para desgastarse y finalmente abrir paso para la llegada del peroteño a esa candidatura, con todos los apoyos de los distintos sectores. Así Héctor haría un acto de honestidad y justicia, para que no aparezcan los otros que se mantienen calladitos, pero que pueden dar una sorpresa como Alberto Silva Ramos, Adolfo Mota Hernández, Flavino Ríos Alvarado, Alejandro Montano Guzmán, Jorge Carvallo Delfín, Erick Lagos Hernández más los que se acumulen en estos dos años.
La Conade debiera planear la participación de los próximos juegos olímpicos
De esa participación ciudadana que urge entre en funciones apegada a la Constitución, aparecen nuevos comentarios que bien vale la pena que los consideren las autoridades.
Por ejemplo, ahora que tanto se ha dicho de nuestros deportistas, que han ganado solo porque tienen bien puesto el short, porque la autoridad correspondiente como la Conade o el Comité Olímpico Mexicano, no hicieron nada por ellos y el público reclama airado por ese proceder, bueno sería que desde hoy, cuando faltan cuatro años para la próxima olimpiada, se conocieran a detalle las actividades que realizan esas entidades, para atender a nuestros deportistas, para evitar el ridículo y el escándalo que se produjo en días pasados.
Nadie se acuerda de estas actividades y cuando llega la fecha es cuando todos reclamamos, pero no se sabe de una Contraloría o una supervisión que dé seguimiento a cada uno de los pasos que llevan a cabo en esas instituciones.
Que se hace con esos presupuestos, cuantos entrenadores hay, cuantas instalaciones deportivas, como se solicitan los recursos para esos viajes que exhibieron a los mexicanos, que ni para el hotel tuvieran los competidores.
Son muchas las preguntas que el ciudadano se hace y que por cuatro años nadie dice nada, hasta que llega la fecha y nos ofende a todos el comportamiento del señor Alfredo Castillo Cervantes, titular de la Conade, que ha sido tan señalado de cometer error tras error en esta y otras actividades que le ha encomendado el gobierno federal.
Si no hay dinero para esas actividades, buscar otras fuentes de ingresos como la Lotería Nacional que podría destinar un porcentaje de sus recursos para atender este tema; tal vez el DIF o un patronato o fideicomiso dedicado a este asunto.
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