Aquí mismo, en Xalapa, hace seis años, el entonces secretario del Trabajo, Américo Zúñiga, con la anuencia del alto mando político estatal, inició trabajos de precampaña para la presidencia municipal. Bastó una petición de Mario Vázquez Raña, presidente de OEM y dueño del Diario de Xalapa , para que el gobernador Fidel Herrera Beltrán lo dejara colgado de la brocha y diera luz verde como candidata a Elizabeth Morales. A estas alturas y si no se les atraviesa un tsunami político, todo está listo para que los miembros de dos conocidas y poderosas familias de esta
ciudad capital, se enfrenten en las urnas el año próximo por la presidencia municipal. Ellos son Justo Fernández Ávila, por el PAN, y David Velasco Chedraui, por MORENA… aunque ustedes no lo crean. CAÍDA DE UN GOBERNADOR
Desde hace más de medio siglo no ha sido obligado a renunciar o a solicitar licencia un gobernador del estado de Veracruz. El caso más reciente fue el de Fernando Gutiérrez Barrios, quien el 30 de noviembre de 1988 anunció que se incorporaba al gabinete de Carlos Salinas de Gortari como secretario de Gobernación.
Fue un “caída para arriba”, como decía jocosamente el también veracruzano Jesús Reyes Heroles.
Por estos días corre de boca en boca y hasta se cruzan apuestas sobre la suerte que le esperaría a Javier Duarte de Ochoa. Hay quienes aseguran que durará en el cargo hasta el 30 de noviembre. Otros opinan (¿o desean?) que pedirá licencia o será desaforado y procesado por corrupción. Este lunes se decide, si no hay cambio de última hora, en México, su expulsión de las
filas de PRI. |