Denise Maerker cimbró anoche a Veracruz y posiblemente a gran parte del país cuando tan pronto abrió “10 en Punto” dijo que ya hay una orden de aprehensión en contra de Duarte y otros presuntos implicados por delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Y sí, tal como lo apunté en la columna de ayer, quiso ser el propio gobierno el que se agenciara el mérito de actuar en contra de uno de los suyos, pues de acuerdo a la información de la periodista, el juez de distrito que giró la orden de aprehensión el pasado fin de semana lo hizo por una denuncia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Lo acusan de la presunta compra de terrenos a través de empresas fantasma; también se investiga a una red de empresarios y de prestanombres usada para desviar 500 millones de pesos procedentes del erario estatal. La investigación, dijo Maerker, vincula cuando menos 33 empresas fantasma que recibieron recursos públicos cuando Duarte era gobernador.
Primero se le suspendieron sus derechos como priista, luego lo obligaron a que se separara de su cargo y ahora giran orden de aprehensión en su contra. Todo eso es importante pero todavía falta: que se le decomise todo lo mal habido y que se devuelva al patrimonio de Veracruz.
Anoche había una discusión sobre el procedimiento legal que se seguirá para quitarle el fuero y echarle el guante. El que sea, el Gobierno si de veras lo va a aprehender lo hará en el momento en que quiera que el trámite legal lo sacará de la manga. Así es el poder.
No, no fue para nada casual el video y el documento con el que abrió ayer su noticiario Carlos Loret, ni la visita de Miguel Ángel Osorio Chong, ni la del dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, al estado. Se trataba de una acción coordinada que terminaría con el anuncio de Denise.
En una reunión privada de dos horas y media que sostuvo Ochoa Reza con 22 periodistas de Xalapa por la mañana, de hecho dejó entrever que el destino de Duarte estaba sellado. Nunca lo defendió, ni siquiera intentó atenuar las acusaciones, y cuando se refirió al video y al documento que había mostrado a temprana hora Loret, dijo que al verlos había sentido vergüenza, “me sentí avergonzado, avergonzado, avergonzado, avergonzado”, comentando que en el avión en que viajó vino comentando lo mismo; expresó además que se tomarían en cuenta cuando la Comisión de Justicia Partidaria abordara su caso, casi dando por hecho que lo expulsarían, aunque sin manifestarlo abiertamente.
Cordura pide Osorio Chong; “ya pasó el proceso electoral”
En estricto rigor periodístico, de todo cuanto sucedió ayer en el estado, hasta antes de conocer la noticia sobre Duarte la más importante para los veracruzanos era la intervención, por fin, del Gobierno de la República con el propósito de regresar al estado la tranquilidad y el desarrollo que todos los veracruzanos reclaman.
“La inseguridad que afecta a la entidad debe revertirse de manera inmediata a través de una estrategia que abarque y atienda las necesidades específicas de cada zona y región de la entidad”, había declarado el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ante reporteros en Coatzacoalcos.
“Sabemos qué grupos están aquí presentes y quiénes son las cabezas de estos grupos, por quiénes vamos, quiénes son nuestros objetivos, y que ya a partir de esta mesa que acabamos de terminar quedó claro quién va por unos, quién va por otros, para ver los que están lastimando el norte, el centro, el sur del estado de Veracruz y devolverle la tranquilidad. Sí tenemos claros quiénes están, a quiénes hemos impactado más y a quiénes menos, quiénes son los líderes, quiénes ya no están y a quién les han dejado la posición de líder”.
No dejó de ser menor que se haya nombrado un mando que coordinará la estrategia, que recayó en la Secretaría de Marina, que estará al frente de los esfuerzos locales y federales, porque de hecho el Secretario de Seguridad Pública, José Nabor Nava Olguín, es un mayor miembro del Ejército a quien nombró todavía Javier Duarte y quien ahora, en los hechos, queda subordinado luego de que con su llegada al cargo no pudo frenar la ola de violencia e inseguridad ni el baño de sangre que ahoga a Veracruz.
El primer gran paso en materia de seguridad se dio, pero ahora hay que esperar a que haya resultados.
Pero Osorio Chong fue más allá. Traía otro mensaje, éste político, a mi juicio de gran calado y que interpreta muy bien lo que todos los veracruzanos queremos: que ya chole con el pleito entre nuestros políticos porque eso distrae y abre espacios a la delincuencia.
El hidalguense se refirió ante la prensa porteña del sur a todas las zonas del estado que, dijo, están pasando por momentos complejos, derivados de diferentes circunstancias “y una de ellas, sin lugar a dudas, tiene que ver con el cambio de la administración pública”, esto, según mi lectura entre líneas, en alusión al arribo al poder del gobierno panista.
El responsable de la política interior del país dijo que esas circunstancias políticas, “que cuando se dan se dan”, generan espacios para la delincuencia. No quiso dejar lugar a dudas: “me refiero a temas políticos”, o sea, estaba ya hablando de política, no sólo de seguridad.
“Cuando hay temas políticos, entonces se transfieren, sin duda, muchas veces, a inseguridad, porque hay lagunas que ocupan los delincuentes”.
Además de que, apuntó, “el problema en los cambios de administración –y el problema es que se esté dando un conflicto político– generan poco espacio para la coordinación”.
Pero expresó que para que la coordinación surja y dé buenos resultados “tiene que haber condiciones políticas”.
Puntualizó entonces: “Por eso nosotros hemos estado haciendo un llamado a la cordura, a entender que ya pasó el proceso electoral, a entender que si alguien tiene que ver con algún tema del ejercicio personal en la administración pública, pues que lo enfrente ante la autoridad respectiva”.
Agregó que la ciudadanía “no puede estar en este enfrentamiento de discursos, de posiciones, que no ayudan a construir. Para eso tenemos instituciones, para que si hay alguna acción irregular, ahí se enfrenten”.
Machacó: “Lo que tenemos que ver es que después de la elección hoy se asumen nuevas responsabilidades por diferentes actores políticos, y unos y otros tienen que estar en las mejores circunstancias para que se dé una transición en buenos términos y pueda la Federación seguir apoyando y respaldando estos esfuerzos”.
Sin duda, en especial su mensaje tenía dos destinatarios: Javier Duarte de Ochoa y Miguel Ángel Yunes Linares.
Quise encontrar en sus palabras los verdaderos motivos por los cuales al final Duarte no se presentó ayer lunes temprano en “Despierta” con Loret de Mola: lo pararon. Ya sabían su destino futuro inmediato y el Gobierno Federal no quería más confrontación en Veracruz. Por eso el llamado a la cordura.
Pero, ¿qué quiso decir exactamente el Secretario de Gobernación cuando habló de que después de la elección hoy se asumen nuevas responsabilidades por diferentes actores políticos y que unos y otros tienen que estar en las mejores circunstancias para que se dé una transición en buenos términos y pueda la Federación seguir apoyando y respaldando estos esfuerzos?
Primero, que esas “nuevas responsabilidades por diferentes actores políticos” son las de Miguel Ángel y quienes conformarán su gobierno, lo que para mí ya no dejó lugar a dudas de que se le reconocerá su triunfo y asumirá el gobierno en 43 días, pero también que le estaba enviando un mensaje para que él y el gobernador interino Flavino Ríos Alvarado estén “en las mejores circunstancias para que se dé una transición en buenos términos” si quiere que la Federación “siga apoyando y respaldando estos esfuerzos”, esto es, si quiere que lo apoyen cuando asuma el poder.
Cordura vino a pedir Osorio Chong, cordura pedimos todos los veracruzanos. En efecto, el proceso electoral ya pasó. No debemos crispar más el ambiente. Deseamos que Veracruz retome su rumbo y el nuevo gobierno debe actuar con toda responsabilidad para hacerlo posible, haciendo a un lado la confrontación que no une sino que divide, aceptar la mano extendida que le muestra el Gobierno Federal aceptando su llamado, porque no hacerlo será ignorar al único que ahora puede ayudar a Veracruz con todo tipo de apoyos, y porque al final los únicos que pagaríamos las consecuencias seríamos todos los veracruzanos. De un lado ya se dio un paso firme: quitaron ya a Duarte y lo buscan para enviarlo a prisión. Veremos cuál es la respuesta que se da ahora del otro lado. |