Y como si fuera una mala película, tuvo que ocurrir lo absurdo de los absurdos. La intervención de la instancia de procuración de justicia del Estado de México (otra vez) que ahora se “aplica” en la búsqueda del “asesino”, sumado a la crítica social (de los que no estuvieron en el autobús) quienes opinan que no es correcto “hacer justicia por su propia mano” bajo los preceptos de la propia Constitución y rematando con la presunta sentencia de 240 años a la que se hará merecedor el Vengador Anónimo. Si lo atrapan claro.
Mientras tanto, ni el chofer ni los pasajeros le vieron el rostro al Vengador Anónimo y ninguno pudo dar ningún dato que permita a la autoridad establecer una media filiación que pueda permitir su búsqueda y localización.
Usará antifaz como el Zorro o el Llanero Solitario?, o máscara como el Santo?; será fortachón como Pepe el Toro, Chanoc, Alma Grande o Kalimán?, es difícil saberlo, pero lo que sí es fácil suponer es que usa calzones XL.
Los veracruzanos nos enteramos por los medios de tal evento y más de alguno lo asocia a lo ocurrido acá, donde todo el estado fue “asaltado” y despojado de todas, todas, todas sus pertenencias en un atraco que sólo duró 2,143 días con sus noches, con un promedio de 93 millones de pesos que diariamente fueron sustraídos de las arcas veracruzanas.
La desesperanza ha invadido a todo Veracruz y el desánimo ha ganado terreno; ya no hay la chispa veracruzana y jarocha que nos ha caracterizado; el saludo tradicional con su respectiva mentada de madre está debilitado por la preferencia que todos tienen por dirigir todo el peso de esa expresión popular hacia un solo personaje. Los aplaudidores del sistema hacen una discreta defensa del asaltante y se dicen “sorprendidos” de todo lo que se dice.
Pero en la realidad colectiva hay certeza del robo, saqueo o despojo del que hemos sido objeto, porque hoy en la gran mayoría de las empresas se respira deuda, escases, pobreza e incertidumbre sobre la sobrevivencia de la plantilla laboral. Las ventas estancadas, la producción paralizada, las obligaciones fiscales incumplidas y la sensación de terror a las acciones de la autoridad hacendaria que ya está tocando las puertas.
Los salarios de los trabajadores han salido de créditos bancarios o de la venta o empeño de activos de la empresa, como un esfuerzo adicional para no agrandar las cifras del desempleo.
Cómo quisiéramos que apareciera el Vengador Anónimo lanzando tiros sobre los saqueadores y que antes de que alcancen la salida sean atrapados por la justicia haciéndoles devolver todo lo robado. Ese sería el final feliz a una larga pesadilla y merecería el reconocimiento popular.
Pero no podemos ignorar que antes que lanzarse sobre los villanos, el Vengador Anónimo tendría que superar el obstáculo de muchos que no ayudan, pero cómo estorban; esos malos veracruzanos que tienen una visión muy corta que sólo les alcanza para ver la punta de sus zapatos y no hacen ni dejan hacer. Esos que solo se mueven a su propia conveniencia y los demás no les importan. Esos también son responsables del saqueo a Veracruz y de esos hay varios. Porka Miseria.
Jesús J. Castañeda Nevárez.- jjcastaneda55@gmail.com |