El secretario Guzmán Avilés tiene ahora la oportunidad de esclarecer esa corrupción. Ojalá proceda conforme a la ley contra los responsables. Un antecesor suyo, Manuel Emilio Martínez de Leo fue quien campechanamente llegó a la Sedarpa y de un plumazo canceló todos los procesos de proyectos productivos que estaban en trámite, dizque por falta de dinero, dinero que, en cambio, no le negó a Cecil Duarte a manos llenas.
NO… ¡PERO SÍ!
Ayer, el mandatario Miguel Ángel Yunes Linares aseguró que no existe un proceso de “sustitución” masiva de empleados del gobierno estatal, aunque admitió que en un cambio de administración siempre se da un ajuste natural de personal.
Lo que el gobernador quiso decir es que no hay despidos masivos. Y también advirtió que a todos los trabajadores se les respetarán sus derechos laborales y que, en un caso necesario, se les liquidará conforme a la ley.
El posicionamiento de Yunes Linares suena aceptable. El único pero es que en la realidad siguen las quejas de despidos masivos y, principalmente, de maltrato. Y se sabe que la orden superior es echar fuera a quienes pueden ser considerados “enemigos”, “flojos” o “innecesarios”. Claro, esto al ojo de buen cubero de cada jefecito nuevo. Entonces, hay que imaginar los excesos que pudieran estarse dando.
¡QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE!
Algo que resulta inentendible es la creación que ha hecho el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de la Subsecretaría Jurídica y de Asuntos Legislativos. Inentendible porque se contrapone a la estrategia de adelgazamiento del aparato burocrático estatal que, además, está sirviendo de pretexto o justificación para despedir a muchos empleados.
Es ocioso a estas alturas mencionar la extrema situación que vive Veracruz y el quebranto de las finanzas estatales que ha llevado al propio Yunes Linares a declarar un estado de emergencia.
Cómo, entonces, explicar la invención en estos momentos de una nueva dependencia que obviamente requerirá personal y presupuesto para operar con eficiencia, salvo que vayan a dejarla como un mero elefante blanco, lo que sería mucho peor al sangrar el erario sin aportar resultados positivos.
De un modo u otro, parece caprichoso crear más estructura oficial cuando el gobierno pasa por una crisis que recomienda adelgazamiento y no generar una administración más obesa.
BIEN, POR RETIRO DE GRUAS
Aunque Luis Emilio Díaz Ibarra, director de Tránsito estatal, advierte que no significa que dejarán de aplicarse multas ni que no podrán ser retirados vehículos que obstruyan la vía pública, resulta grata la noticia que el funcionario anunció en el sentido de terminar con la actividad incesante que tenían las grúas y que giraba en torno a un afán meramente recaudatorio.
Como ocurrió con tantas otras tropelías, la sociedad denunció y denunció muchas veces los abusos de los grulleros, que al lado de los agentes de tránsito se convirtieron en enemigos públicos repudiados por la sociedad.
Sin embargo, ninguna autoridad escuchó jamás el clamor ciudadano, sencillamente porque atrás de las grúas siempre hubo intereses de hoy ex funcionarios poderosos de la Secretaría de Seguridad Pública que se enriquecieron a costa de explotar a los automovilistas, mediante la imposición de fuertes multas y cargos por arrastre.
Por eso, el anuncio de Díaz Ibarra es muy bienvenido.
DENUNCIA EN TRANSPORTE PÚBLICO
“Atrocidades, arbitrariedades, malos manejos y todo lo que se puedan imaginar en la delegación de Transporte Público en Veracruz”, forma parte de una denuncia que nos envían responsabilizando a Raúl Aguilar “El Toro”, ligado al ex director Roberto López Santoyo, “que junto con sus secuaces, han hecho un gran monopolio”.
La queja dice que Raúl Aguilar “maltrata, sobaja y atropella los derechos de los empleados; se nos prohíbe solicitar permisos económicos por 2 horas, disfrutar de vacaciones” y nada de incapacidades aún en caso de enfermedad. A las mujeres las envía al área operativa, pese a que son administrativas.
La denuncia vincula a “El Toro” con Chapri, Gonzalo y el jefe de servicios, “todos protegidos por el líder transportista “El Pollo”, jefe de transporte público”.
Se advierte que, en cambio, otros empleados entran y se van a la hora que quieren, nunca hacen guardias en fechas de asueto, protegidos también por el señor Raúl Aguilar .
La encargada de Quejas hace esperar a la gente desde las 8 de la mañana, ya que ella llega a las 10 de la mañana, y eso cuando se presenta a trabajar. Si no, le llevan la lista de asistencia hasta su casa. La responsable jurídica dicen que merece un apartado especial para describirla.
Los empleados que solicitan anonimato por razones obvias, piden la intervención del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para poder orden en esa delegación y acabar con injusticias e impunidad. Servidos.
gabrielarellano_hechos@yahoo.com.mx / www.revistahechos.com.mx
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