Pese a que se manejaron nombres como el de Renato Alarcón, Américo Zúñiga, Carlos Aceves, y hasta del mismísimo Flavino Ríos Alvarado para suceder al malogrado dirigente estatal del PRI en Veracruz, todo parece indicar que será una dama quién tome las riendas de este agonizante partido.
  De esta forma, existe un amplio consenso para que la titular de la CNOP en el estado, Erika Ayala Ríos se convierta en la próxima presidenta del Comité Directivo Estatal del Revolucionario Institucional.
  Erika tratará de construir desde el edificio de Ruíz Cortines una oposición responsable y enérgica para con el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares, haciéndole frente de primera cuenta al descrédito que dejó el ex gobernador y prófugo de la justicia Javier Duarte de Ochoa.
  Sin duda.
  El nombre y figura de esta dama reúne la simpatía de los lastimados grupos tricolores, además de contar con el respaldo de la Secretaría de Gobierno Federal, siendo para muchos la decisión salomónica para reagrupar y reestructurar a las corrientes de este instituto político.
  La ex senadora es innegablemente un activo plenamente identificado con las bases, y de convertirse en presidenta de este instituto político será un lideresa activa, critica, con recursos y relaciones, cualidades que ha optimizado a lo largo de toda su carrera partidista.
  Incluso, pese a las intensas criticas para con la clase priista luego del fracaso electoral, Erika Ayala ha logrado mantenerse vigente entre los diferentes sectores de la sociedad de la entidad.
  Se tiene que decir, tanto Américo Zúñiga como Renato Alarcón eran desde luego grandes opciones para dirigir los destinos de este dañado partido. Sin embargo, el alcalde de Xalapa mantiene su compromiso para con los habitantes de la capital, mientras que el delegado del ISSSTE está construyendo un proyecto para la presidencia municipal xalapeña, pero tal y cómo lo ha dicho es un soldado de su partido.
  En fin, en el PRI de Veracruz todo sigue muy contaminado, y sus números continúan a la baja, y sea quién sea él o la próxima titular del tricolor tendrá que ejecutar un trabajo maratónico para lograr de nueva cuenta la confianza ciudadana.
  Es cierto, no todos serán corruptos, en todos los partidos políticos existen sus honrosas excepciones, pero el fantasma de Javier Duarte aún ronda en todas partes y será muy complicado un ascenso en las preferencias de la población.
  Con y sin Amadeo, el PRI sigue oliendo a cementerio.
  La mera verdad.
  En fin, el nombre de Erika suena con fuerza, pero como siempre, tendremos que esperar.
@IvanKalderon
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