Que si uno es más pillo que el otro o que si alguno de los dos va a ir a la cárcel, cosa que no sucederá ni en Fidel, ni el Miguel, son el circo de lo cotidiano.
Todo es un show.
Un escenario de tres pistas en donde, como dice el agudo editorialista José Antonio Flores, “el señor Yunes Linares ofrece acabar con la corrupción del gobierno de Veracruz y meter a la cárcel a Javier Duarte de Ochoa y a sus cómplices, pero no cumple”.
Yunes Linares, “Ya con el triunfo en la mano tras estruendosos pronunciamientos, sin embargo, siguió el mismo discurso, ampliado después gracias a los señalamientos que brotaron por todos lados contra el régimen duartista”, pero tampoco pasó nada.
Todavía en el mes de diciembre la gente esperaba alguna de las acciones punitivas que dibujó Yunes, pero nunca se produjeron.
Después vino la toma de posesión, conforme pasaron los días, la sociedad empezó a perder confianza en sus dichos y en sus propuestas. “Su credibilidad siguió en descenso cuando acabó el año y nadie hizo nada contra Javier Duarte”, dice el responsable del portal “Palabras Claras”.
Es cierto.
Acaso por ello al venirse abajo su popularidad, empezó a inventar efectos mediáticos:
Ese sospechoso saqueo pandilleril a los centros de abasto –Chedraui- tras el gasolinazo, la “detención” de un charal, Leonel Bustos, quien hoy se sabe que ni siquiera fue detenido por la Fiscalía, él decidió presentarse para aclarar su situación jurídica.
La insistencia informativa de que ahora sí caerían los peces gordos; los pleitos con la gente de Peña Nieto, la descalificación al senador Pepe Yunes, la ruptura con la prensa aldeana y la presentación de iniciativas y propuestas contradictorias para aterrizar la concreción del legendario diferendo de vida que arrastra con el cucurumbé de Nopaltepec.
A 55 días de gobierno, el saldo es demoledor.
Baja en su popularidad al 22 por ciento; un gabinete patito; el desánimo ciudadano por sus acciones arrebatadas en el marco de una inacabada escalada de broncas, y el derrumbe del proyecto sucesorio en favor de Miguel chico, muy chico por cierto de cara a Fidel Herrera.
Y en la sumatoria necesario destacar el coraje de amplios sectores de partido y gobierno por el agandalle en la utilización de las siglas y una burocracia, no molesta, sino verdaderamente encabronada por el despido masivo para incorporar a miles de poblanos, oaxaqueños y tabasqueños cuyas credenciales de elector ya están en trámite para entregar su voto al PAN.
Fidel, antes de llegar a Veracruz este domingo, pasará a la Villita de Guadalupe a dar gracias por los favores recibidos por Miguel Ángel. Fidel cuando llegue, será bienvenido por un maltrecho PRI que a una orden suya quedará unido y pegado al Verde.
Fidel viene a la cosecha.
Su primer ejército serán los 10 mil burócratas corridos por un gobernante calificado de déspota. Fidel, como primera aparición pública, tiene programado ir el dominguito a La Parroquia a recibir el aplauso popular cuando coincidentemente la información periodística es escasa.
Después ira a Nopaltepec y para la semana próxima ya tiene programado Xalapa.
Y ora si: periodista que se acerque, periodista que será atendido, si no ¿para qué es el dinero ganado de manera tan honrada?.. Y si no es ahorita que andan deschayotados, ¿cuándo?
Hoy Fidel se dobla de la risa cada vez que Miguel Ángel declara que lo va a poner tras las rejas, cuando ambos saben que los delitos ya prescribieron, que eso de crímenes de lesa humanidad es una vil jalada y que en caso de comprobarse responsabilidad en los temas del cáncer o el VIH, hay pruebas que no prueban nada: Fidel jamás firmó nada.
Fidel ya tiene programada su primera marcha con los familiares acompañados de los 345 niños salvados del cáncer por el adorado Fidel; tiene además en la bolsa a todos los munícipes despreciados y ausentes de recursos no entregados por Miguel y la neta creo que ni lo verán tan ratón y, creo, que ni tan prieto.
Va a venir con su corbata que si no mal se recuerda es roja y se espera se le acerque la masa, no de nixtamal, sino de aquellos jarochos desposeídos que billeteó por seis años.
A Fidel se le quiere en muchos pueblos. Donde se pare es aplaudido y no es que donde se pare “no volverá a crecer la hierba”. No, la analogía es que donde se pare, Miguel no podrá pararse, cuestión de popularidad.
Que si Miguel le va a meter cuantos zancadillazos pueda, tal vez. Pero Fidel ya tiene preparadas dos que tres cartitas de un póker macabro para revivir la historia negra de Miguel repetidamente denunciada.
En ese tenor se la van a llevar los siguientes dos años. En un pleito que usted y yo no nos vamos a perder.
Por ahí se va a escurrir la pre y la campaña por la renovación municipal en donde tal vez no gane el PRI –se calculan victorias en solo 36 municipios-, pero tampoco ganará el PAN.
Y lo peor, el señor gobernador verá transcurrir su brevísimo mandato con el emplasto de Fidel, con el ruido de Fidel, con la popularidad de Fidel, que –este sí- cuenta con el apoyo de sus amigos de la prensa nacional y estatal y con un hambre por tumbarle el proyecto familiar que hasta antes del domingo anterior Miguel, el ex priista de una vida, estaba cierto que tenía en la bolsa.
Este rollo sí que estará mejor que La Rosa de Guadalupe ¡Me cae!
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |
