Como contestación, los criminales arrojaron en un paraje solitario y en bolsas de plástico, los cuerpos sin vida de la maestra Dora Luz Torres y de su hijo Bonifacio Díaz Torres, secuestrados días antes en Tantoyuca. A la maestra le cercenaron la cabeza.
Y como para reafirmar quién manda por allá, en la comunidad Nuevo Ojital del municipio de Papantla, aparecieron los cadáveres de dos hombres atados de pies y manos y con huellas de tortura.
Por si alguien no lo sabe, Tantoyuca y Papantla pertenecen a la zona norte del estado.
Este fin de semana en el municipio de Fortín, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares presentó la estrategia de seguridad para la zona centro con el propósito de no dar tregua a la delincuencia.
En ese sitio reconoció que durante el periodo 2015-2016 los delitos de alto impacto como el homicidio doloso se duplicaron, concretamente en Córdoba. Pero aseguró que “a partir de ya” mejorarían las medidas de seguridad en aquella región.
Y nuevamente le echaron para abajo sus buenas intenciones.
Unas horas después de su anuncio ocurrió una balacera en un restaurante de Fortín donde murió una persona. Según testigos, el ataque fue directo contra un sujeto que se encontraba acompañado de su familia. El hombre falleció y quedaron heridos un menor y una mujer.
Algo está pasando con el gobernador. Y es que cuando fue secretario de Gobierno en tiempos de Patricio Chirinos, Veracruz era una de las entidades más seguras del país gracias a que Yunes Linares tenía a raya a los hampones.
Pero ahora éstos parecen burlarse de él.
Hace unos días dije que el Informe de Seguridad Empresarial 2015-2016 de la Cámara Americana de Comercio en México, dio a conocer que la entidad veracruzana “está experimentando un recrudecimiento en el cierre de empresas, y la desconfianza de los inversionistas se ensancha para inyectar recursos al estado debido al incremento de la inseguridad”.
El informe agrega que Veracruz es una de las diez entidades más fregadas del país en el tema de seguridad empresarial, debido a las actividades de la delincuencia organizada, lo que ha provocado el cierre de empresas y su éxodo a sitios menos peligrosos.
Quienes trabajan cerca de él me aseguran que Miguel Ángel Yunes tiene toda la intención de acabar con el flagelo de la delincuencia y la inseguridad. Pero que no será fácil.
Nadie dice que lo sea. Pero es necesario decir que con la experiencia que tuvo como Secretario de Gobierno, Yunes Linares debió haber llegado a la gubernatura con un plan bien estructurado para hacerle frente a los malosos. Y ese plan al parecer no existe.
Más apoyo del CISEN, el Ejército y la Marina, no caerían nada mal en una situación como la actual.
A la larga, el auxilio de estos hombres y mujeres ayudará en mucho a dar con los criminales y evitar que se sigan pitorreando del gobierno estatal, como sucedió en Tantoyuca y Papantla. Y como ocurrió este fin de semana en Fortín.
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