Exactamente lo que hemos venido proponiendo en esta espacio desde hace un buen tiempo, desde que Yunes Linares era candidato de la alianza PAN-PRD al Gobierno de Veracruz, llevando como bandera la del cambio.
Desde que apareció la modalidad de los “convenios” se comenzó a prostituir la relación prensa-Estado. Para el primer gobierno que recurrió a los convenios, al parecer el de Dante Delgado Rannauro, tener una relación de esta manera representaba un ahorro para el estado: mediante un convenio, el medio se comprometía a publicar (todos eran impresos y no había convenios con difusoras, menos con televisoras) gacetillas, esquelas, convocatorias, fotos, promociones de eventos espaciales y todo lo que el gobierno necesitaba difundir.
Los convenios se hacían con los medios de mayor circulación, es decir, el Estado aseguraba que sus mensajes llegarían al mayor número de ciudadanos, y como los medios eran y siguen siendo empresas privadas, propiedad de particulares, tener un ingreso mensual seguro de parte del Estado daba cierta comodidad financiera a esas empresas en las que laboraban periodistas pagados de acuerdo a sus capacidades, por sus patrones, los dueños de los medios.
Y como dijera López Portillo, “todo iba bien hasta que la corrupción se corrompió”. En los gobiernos subsecuentes, los convenios publicitarios se convirtieron en jugosos negocios de los propietarios de las empresas de comunicación y de quienes representaban al Estado ante ellos, o sea los jefes de prensa.
Todo comenzó cuando al jefe de prensa le propusieron una comisión a cambio de autorizar un convenio. Ahí fue cuando el desmadre se armó. No había jefe de prensa, hoy Director de Comunicación Social, que aguantara los cañonazos de lana que los mercenarios de la comunicación les ofrecían a cambio de un jugoso convenio. A tal grado llegó el escándalo que Sabás Huesca Rebolledo, jefe de prensa de Miguel Alemán, fue a parar a la cárcel por estos corruptos negocios.
Obviamente, el encarcelamiento de Sabás no detuvo la corrupción; cuando llegó al gobierno Fidel Herrera Beltrán, se disparó. El megalómano “Chango asado”, como le decía Carlos Brito, se fue a los extremos; personalmente autorizó millonarios “convenios” de publicidad a cambio de insertar todos los días en la primera plana de los impresos y a ocho columnas una foto de Fidel con una nota de adulación, y en la televisión la primera nota, la entrada del noti, con una de El Tío, lo mismo que en la radio, o sea, con recursos del erario, de los impuestos de los veracruzanos, Fidel Herrera se trató de construir una imagen casi, casi divina, lo que por supuesto no consiguió.
Y cuando llega al gobierno Javier Duarte las cosas no solo mejoran, empeoran en la relación prensa-Estado. Para comenzar, la jefa de prensa Gina Domínguez saca su libre, y de la miseria pasa a la abundancia; luego ella y otros funcionarios, incluyendo el mismo Javier Duarte, alientan el surgimiento de otros “medios” en virtud de que eso era el gran negocio; a los establecidos les recomiendan multiplicar su presencia en todo el estado porque en esa medida serían las ganancias, y es ahí donde surgen mercaderes, charlatanes, extorsionadores, que no saben nada del oficio periodístico pero que sí pueden crear algo parecido a un medio de comunicación, negociar con quienes pagan la publicidad del gobierno y comenzar a recibir cuantiosas remesas de dinero a cambio de nada. Obviamente, también aparecieron los que se decían paladines de la justicia, prófugas de la memela que consiguieron reconocimientos balines (de Uriel Rosas) como lo mejor de la comarca, el país y el universo, quienes aparte de los convenios que les daban cobraron por difamar: todo un negocio redondo.
Pues toda esta podredumbre que llegó a confundir, no a la opinión pública –porque esa solo reconoce y acude a los comunicadores serios– sino a los grillos poseedores de toneladas de maíz con gorgojo que repartían entre los charlatanes, al parecer llega a su fin con la medida que toma el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, de no dar un peso más a los medios que solo saben adular a quien les paga y difamar gráficamente a quien les ordenan destrozar.
Bien, porque el triunfo es de los profesionales de la comunicación quienes con esta medida recuperan su espacio y la posibilidad de sobrevivir con dignidad.
Yunes, al servicio del estado
Lo han comentado en la prensa nacional, Andrés Manuel López Obrador, fundador, dueño y líder del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), difícilmente se enfrasca en una discusión verbal directa (debate, pues) con un adversario político. El Peje no es frontal, habla generalidades y critica al gobierno porque las condiciones se le prestan, pero un debate directo, serio, de varones, no lo acepta. Sin embargo, ahora que vino a Veracruz y que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares lo acusó de recibir dinero del prófugo Javier Duarte de Ochoa, el político tabasqueño mordió el anzuelo y se trabó con Yunes Linares.
Bajar o tratar de bajar a López Obrador de las preferencias electorales es un servicio que se le brinda al Estado, sea del partido que sea, porque es participar de manera frontal en la lucha por detener al Peje en su acelerado paso rumbo a la Presidencia de la República, por eso es que ahora que ha regresado a Veracruz, el gobernador Yunes no pierde la oportunidad, aunque tenga cosas más importantes que hacer por sus gobernados, de tratar de tundirle una bola de madrazos para cuando menos apendejarlo.
Ayer, a manera de recepción, Yunes Linares le dijo que recibe mil millones al año y no paga impuestos. “Este vividor de la política, éste que recibe mil millones de pesos al año, no paga impuestos. Aquí tengo sus declaraciones fiscales, las que se deben presentar ante el SAT. Tengo del 2013 al 2015, falta la de 2016 que tendrá que presentarla en estos días. En 2013 señaló que él por concepto de Impuesto Sobre la Renta, paga cero; en 2014, no sólo dijo que pagaba cero, pidió que el gobierno le devolviera 22 mil 516 pesos, y en 2015 no pagó nada y pidió que el gobierno le devolviera 779 pesos”.
También le dijo mentiroso cuando asegura que no tiene propiedades, las que pone a nombre de su esposa, aseguró Yunes Linares. “Ah, pero dice que él es un hombre limpio y que él no tiene propiedades. Miente, sí tiene propiedades y aquí están, miren. Tiene una casa en México, en Tlalpan; tiene un departamento en Puebla; tiene un terreno en San Andrés Cholula, Puebla; tiene otro terreno en Santa Clara Ocoyucan, en Puebla, también; se ve que le gusta Puebla. Tiene una casa en Palenque, en Chiapas. ¿Pero qué es lo que hace? Para mentirle a los mexicanos y decir que él no tiene nada, pone todo a nombre de su esposa. Eso es lo que hace”. Y el gobernador retó nuevamente a López Obrador a debatir, “Te reto López Obrador a que el próximo sábado por la noche debatamos”, cosa que no va a suceder porque la naturaleza de El Peje no es para el debate ni la confrontación directa.
Le responde López Obrador
Por su parte, el dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, acusó al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de estar detrás de las protestas que piden la destitución del dirigente estatal, Manuel Huerta Ladrón de Guevara por supuestas imposiciones. “Estoy informado de que Yunes Linares está metiendo la cuchara, por no decir otra cosa; lo está haciendo porque Morena es el partido más fuerte en Veracruz”. En entrevista ofrecida al llegar al aeropuerto de Veracruz añadió: “Yunes Linares es muy dado a meterse en la vida interna de los partidos, a manipular”.
Asimismo, brindó un espaldarazo a Manuel Huerta Ladrón de Guevara cuando dijo: “Nosotros apoyamos a los dirigentes de Morena en Veracruz porque son los únicos que enfrentan a Yunes Linares”. Por otro lado, afirmó que existe un acuerdo entre el gobierno federal y el mandatario estatal para que no se actúe en las denuncias que se tienen en su contra. “Tiene cuatro denuncias por corrupción, nada más que no le dan curso a esas denuncias porque hay un acuerdo que tiene con Peña Nieto y con Chong”, aseguró que las denuncias mismas son las pruebas.
Lo que sí resulta raro es que López Obrador no hable para nada de Javier Duarte de Ochoa, su mecenas, según el Senador Héctor Yunes Landa. ¿Qué hay de eso, Josefina?
La poblana del DIF se le revela a la Presidenta
A Apuntes nos hacen llegar los integrantes del Sindicato de Trabajadores del DIF una circular, enviada al personal adscripto al Centro de Rehabilitación e Inclusión Social del estado de Veracruz, con la finalidad de presionar a los trabajadores sindicalizados para que firmen contratos trimestrales y poder violar sus derechos laborales. Del mismo modo les piden copia de credencial de elector siendo esto una instrucción de la directora del DIF Estatal, doctora María Laura García Beltrán, lo cual es indebido puesto que son tiempos electorales.
Por otra parte, se quejan de que, pese a que la Presidenta del DIF, Leticia Márquez de Yunes, otorgó el día a todas las trabajadoras por celebrarse el Día Internacional de la Mujer, la directora María Laura García Beltrán se los negó a trabajadoras adscritas a diversas áreas del DIF Estatal, como el parque Cri-Cri de Veracruz, parque Murillo Vidal, CRISVER, CIDI, entre otros, sin opción de reposición.
Es PIPOPE la señora.
REFLEXIÓN
La presidenta del Sistema DIF estatal, Leticia Márquez de Yunes, informó ayer que la administración anterior se quedó con la documentación de los niños y niñas que fueron dados en adopción, por lo que iniciarán una investigación para dar con ellos. Lo más seguro es que a los pobres niños los vendieron. Con esa voracidad insaciable, todo es posible. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx formatosiete@gmail.com www.formato7.com/columnistas |