Como recordarás, la iniciativa fue enviada al Congreso el pasado 24 de enero. En ese entonces MAYL advirtió que de no llevarse a cabo la reestructuración, el déficit financiero de 25 mil millones de pesos anuales continuaría aumentando y esto comprometería a su gobierno.
Pero la propuesta nunca logró el consenso legislativo y ayer simplemente la batearon.
Se necesitaban 34 votos, es decir, una mayoría calificada, o que levantaran el dedo dos tercios de los legisladores para ser aprobada. Pero sólo obtuvo 25 votos a favor por 25 en contra.
¿Qué fue lo que pasó? Dos cosas sustantivas. La primera fue que el coordinador de la bancada panista Sergio Hernández Hernández, mostró novatez e inexperiencia legislativa, además de marcada soberbia. No supo cabildear, no negoció, quiso imponer su voluntad y así no se manejan esas cosas.
La segunda, de acuerdo con los diputados que votaron en contra, fue la falta de transparencia en el manejo de los recursos que se obtendrían de dicha renegociación.
Pero habría que agregar que desde el inicio de su mandato, el propio Yunes Linares no ha hecho un solo llamado a la unidad ni ha buscado conciliar con nadie. Parafraseando a un colega del gremio: “Ha sido madriza tras madriza tras madriza contra todos” Y es cierto, Miguel Ángel se ha peleado con todo mundo.
Se peleó con los medios de información, se peleó con los partidos políticos (menos con el PAN y el PRD lo que sería el colmo), se peleó con los empresarios, con los hoteleros y se pelea con quien se le ponga enfrente.
Y la contestación a tanto pleito no se hizo esperar ayer en el Congreso local, ya que los nueve diputados del PRI, los 12 de Morena, tres diputados del Grupo Mixto “Juntos por Veracruz” y el único legislador del Partido Verde dieron su voto en contra.
A favor de la propuesta lo hicieron los 16 del PAN, los cinco del PRD, los independientes Gerardo Buganza y Sebastián Reyes, además de Rodrigo García Escalante y Vicente Benítez, del Grupo Mixto.
Pero en el voto de éstos dos últimos hubo gato encerrado. Rodrigo García sufragó a favor porque sabe que si lo hubiera hecho en contra, Yunes Linares podría quitarle a su papi la candidatura del PAN a la alcaldía de Pánuco. Y Vicente Benítez, porque no quiere darle al mismo Yunes más argumentos para que lo desafuere y lo meta a la cárcel.
“Que quede claro -me dijo un diputado- ninguno de los dos votó a favor del dictamen por amor a Veracruz”.
Y ahora ¿qué viene?
Pues el caos, la catástrofe apocalíptica, la hecatombe y la crisis social, económica y política de consecuencias incalculables que anunció Yunes Linares.
Pero si sales a la calle verás que la gente anda como sin nada, lector.
¿Será que nos vale gorro lo que se avecina? No, para nada. Sucede que desde hace doce años y cien días hemos padecido todo lo que dije arriba y ya nos acostumbramos a vivir con las pinches crisis.
La cosa es joderlo
La Fiscalía estatal y el gobernador Yunes, saben que la acusación de encubrimiento, abuso de autoridad y tráfico de influencias contra el ex gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, es muy endeble y se les puede caer en cuestión de días, con lo que éste obtendría su libertad bajo fianza.
Pero como la consigna es joder al minatitleco ahora le abrieron no una, sino dos carpetas de investigación por el presunto desvío de 2 mil 250 millones de pesos.
Cuando se les caiga ese argumento seguramente lo acusarán del asesinato de JFK. La cosa es mantenerlo en la cárcel y joderlo lo más que se pueda.
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