Los demás candidatos a la Rectoría, en particular otra mujer y también antropóloga, doctora Rosío Córdova Plaza, académica del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS), ha hablado de este tema que, según su parecer, ha languidecido en la agenda universitaria pese a que ahí se mantiene, y ha pedido mayor transparencia al respecto. “No hemos tenido una información clara sobre esta cuestión de las finanzas”, dijo en entrevista para el portal Al Calor Político el 3 de abril pasado.
Para ella, quien resulte designado por la Junta de Gobierno como rector o rectora durante el proceso de elección que tendrá mayor visibilidad en julio próximo y que permitirá tener rector por otros cuatro años el 1 de septiembre, deberá emprender de inmediato la negociación del faltante ante la parte obligada, el gobierno estatal, y que esta negociación sea clara.
Por su parte, el doctor Jorge Manzo Denes, coordinador del Centro de Investigaciones Cerebrales de la UV y aspirante al cargo rectoral, aunque no se ha pronunciado directamente sobre el adeudo gubernamental con la UV, se ha referido a uno de sus más importantes efectos negativos: la contención en el crecimiento de la matrícula escolar.
Manzo Denes ha comentado que, mientras en los primeros tres años del rector Raúl Arias Lovillo, la matrícula experimentaba un crecimiento anual de 5 por ciento, en los primeros tres años de la rectora Sara Ladrón de Guevara, este crecimiento ha sido menor al 1 por ciento. “La aceptación de estudiantes que debe haber se ha detenido, y esto puede ser por cualquier razón, pero el hecho es que el porcentaje de crecimiento que tenía la institución se ha detenido”.
Lo cierto en todo este asunto es que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares no ha dado pasos contundentes rumbo a la materialización del apoyo que desde su campaña electoral prometió que otorgaría a la universidad donde él estudio su carrera de abogado.
La UV fue una bandera meramente electoral
Hace exactamente un año, el 11 de abril de 2016, al fragor de la campaña electoral por la Gubernatura del Estado, seis de los siete candidatos (con la ausencia del priista Héctor Yunes Landa) que contendían por el cargo se reunieron para analizar la situación de la casa de estudios, en un momento álgido en la relación entre la casa de estudios y el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, quien habría preferido no saldar la enorme deuda acumulada y que incluso había soltado la versión de que ello no ocurriría porque tanto la Rectora como su secretaria de Administración y Finanzas estaban fuertemente ligadas con el candidato de la coalición PAN-PRD.
Con un gobernador empecinado en no entregar un solo centavo de lo que adeuda a la Universidad Veracruzana, a pesar del repudio generalizado de la comunidad universitaria, la población e, incluso, de muchas universidades del país que ven en su actitud la avanzada del gobierno federal para acabar con las instituciones públicas de educación superior y encauzarlas a un modelo productivista y acrítico, ese lunes 11 de hace un año se realizó el foro “La educación superior en Veracruz: Hacia una agenda de compromisos y acciones”.
Con la ausencia del candidato priista Héctor Yunes Landa, aparentemente por cuestiones de agenda o por considerar que no había las condiciones de seguridad e imparcialidad o por estrategia de campaña, los demás candidatos ofrecieron su tiempo a expresar su percepción en torno al grave riesgo de la institución en que la mayoría de ellos cursó sus estudios profesionales.
Organizado por el comité En Defensa de la UV, que ya había mostrado su capacidad de convocatoria durante la marcha del 26 de febrero del año pasado en Xalapa y varios puntos de la entidad, el foro permitió observar la unánime repulsa de los candidatos de todos los partidos presentes a las acciones irracionales de un gobernador, Javier Duarte de Ochoa, que nunca pasó por las aulas de una universidad pública y que siempre mostró su desinterés por la educación en Veracruz.
En efecto, cinco candidatos y una candidata al Gobierno de Veracruz se comprometieron a cubrir en su totalidad el enorme adeudo acumulado por el gobierno estatal (cercano en aquellos días a los 3 mil millones de pesos), impulsar la autonomía presupuestal mediante el otorgamiento del 5 por ciento del presupuesto estatal, refrendar el respeto a la autonomía universitaria y garantizar la defensa y expansión del patrimonio de la casa de estudios.
Llamó la atención, sin embargo, la postura del candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, quien solo dijo que se castigará a quienes han desviado recursos destinados a la educación y a la UV, porque no habrá tolerancia a la corrupción ni a la impunidad, y añadió que esos delitos causaron daños a las finanzas públicas y colapsaron el sistema educativo estatal.
Alejado de su alma mater luego de egresar de su Facultad de Derecho, aunque muy interesado en su problemática desde que fuera convocado por la rectora Sara Ladrón de Guevara junto a los demás diputados federales egresados de la UV a conocer la crítica situación financiera de la casa de estudios, Yunes Linares propuso tres puntos de enorme pulsión electoral y judicial:
Que todos los partidos políticos y el candidato independiente “renuncien al 50 por ciento de las prerrogativas extraordinarias que reciben para esta campaña y las pongan al servicio de la UV”; que todos los candidatos suscriban un exhorto a la PGR y la Fiscalía estatal “para que se proceda de inmediato y de la manera más enérgica, en contra de quienes se robaron los recursos de la UV, y que la Organización Nacional Anticorrupción “sea el eje de la observación ciudadana para impedir que el Gobierno Federal y del Estado sigan enviando recursos al PRI para sus campañas”.
En sentido estricto, Yunes Linares aprovechó el foro para difundir su ideario electoral, con lo que puso en entredicho su interés en el problema de la UV. El primer punto era legalmente imposible porque los recursos del INE a campañas deben ser justificados en ello, además de que no tenían mucho impacto en la resolución del problema de la UV, y los otros dos buscaron poner en torno a sus litigios a los demás candidatos.
Llegado al poder, Yunes Linares ha sido extremadamente cauto a la hora de definir en el Congreso local un porcentaje del presupuesto general para lograr la autonomía financiera de la UV, y ha sido verdaderamente parco a la hora de establecer un calendario para restituir lo que la institución que ahora representa le adeuda a su alma máter. Y eso que el haber arrebatado a los universitarios la bandera de la defensa de la Universidad Veracruzana le redituó pingües ganancias electorales que hoy lo tienen como Gobernador del Estado.
Nos leemos el lunes
Hasta el próximo lunes 17 de abril volveremos a publicar esta Hora Libre. Con ello, respetaremos el ganado descanso que disfrutarán a partir del jueves santo. Disfruten este periodo vacacional, pero cuiden su integridad física. Hasta entonces. |