Si los ocho millones 112 mil 505 veracruzanos decidieran contribuir al pago de la deuda, tendrían que aportar diez mil 893 pesos por persona, en base a estimaciones formuladas por expertos en administración pública.
La no reestructuración de la deuda ponía a Veracruz en una situación altamente peligrosa para la estabilidad política, económica y social.
Primera, dejaría de recibir en automático un poco más de 33 mil millones de pesos derivados de las participaciones federales; segunda, no estaría en plenas condiciones de pagar 20 millones de pesos diarios para amortizar la deuda y tercera, no podría cubrir dos millones y medio de pesos diarios por concepto de sobretasa.
Veracruz recibe el 82.5 por ciento de recursos financieros procedentes del gobierno federal y el Estado solo genera el 14.8 por ciento de los ingresos propios.
Las finanzas están quebradas por la pésima conducción administrativa del frívolo Miguel Alemán Velasco, del populoide Fidel Herrera Beltrán y del sanguinario Javier Duarte de Ochoa.
El proceso de reestructuración aprobado sigue dos objetivos: el primero, reducir las tasas de interés y segundo, ampliar los plazos de pago.
Por citar un ejemplo, Miguel Alemán Velasco heredó deuda por tres mil 500 millones de pesos, la cual creció a 22 mil millones de pesos por no cubrir el calendario de pagos contratados.
¿Por qué la diputación local no marcó alto a las solicitudes de crédito a los gobiernos de Alemán Velasco, Herrera Beltrán y Duarte de Ochoa?
Si bien es cierto que no eran los mismos legisladores, al menos si los mismos partidos políticos que en el presente intentaron desgarrar vestiduras y luego cortar venas con el filo de un lápiz, en defensa de los más caros intereses de la pobre comunidad veracruzana.
El silencio de la mayoría legislativa no fue accidental, sino que obedece a ciertos agentes motivadores.
El entonces presidente de la Comisión Permanente de Procuraduría de Justicia de la sexágesima primera legislatura, tiene la más clara y precisa de las respuestas.
Sergio Rodolfo Baca Betancourt Bretón, le pone acento a las vocales.
El votar a favor de una línea de crédito por la suma de diez mil millones de pesos y la bursatilización de seis mil 500 millones de pesos, dos meses antes de concluir el gobierno de Fidel Herrara Beltrán en septiembre de 2010, no era graciosa huída sino apasionada entrega, como lo expresara el cronista taurino Pepe Alameda.
El dos veces diputado local y una federal, explica al reportero que de los cincuenta legisladores locales sólo 47 aprobaron la propuesta y únicamente tres la rechazaron.
Rodolfo Baca Betancourt Bretón, director de la Facultad de Derecho y titular de la cátedra de Derecho Procesal Penal, en el Centro de Estudios Cristobál Colón, en la ciudad, municipio y puerto de Veracruz, llega al nervio óptico del tema.
Erick Alejandro Lagos Hernández, diputado por el distrito de Santiago Tuxtla, bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y presidente de la Comisión Permanente de Hacienda del Estado, junto con Alfredo Tress Jiménez, diputado local de representación proporcional bajo la bandera del Partido Convergencia por la Democracia (PCD), hoy Partido Movimiento Ciudadano (PMC), y presidente de la Comisión Permanente de Transporte, Tránsito y Vialidad, le ofrecieron un millón 500 mil pesos mexicanos en efectivo por ausentarse el día de la sesión camaral y tres millones de pesos por asistir y votar a favor de la línea de crédito solicitada por el representante del Poder Ejecutivo de Veracruz.
Los responsables del crecimiento de la deuda no sólo responden a los nombres de Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, sino también los presidentes de las Juntas de Coordinación Política y los coordinadores de los grupos legislativos de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Nueva Alianza (PANAL) y el Verde Ecologista de México (PVEM), entre otros.
Veracruz es uno de los tres Estados que en los recientes quince años aumentó su aportación a los impuestos sobre la Renta (ISR), al Valor Agregado (IVA) y al Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
La creación de empresas, la generación de empleos y la compra de consumos son importantes en la recaudación del IVA, del ISR y del IEPS.
La contribución de Veracruz es lo que más avanzó, del 2.28 por ciento saltó al 6.93 por ciento, lo que representa cuatro puntos porcentuales.
Sin embargo, el gobierno del Estado cede al Federal la potestad de cobrar impuestos a cambio de un porcentaje de la Recaudación Federal Participable (RFP).
En síntesis, las finanzas de Veracruz si no andan bien, tampoco andan mal.
He allí el detalle.
Sólo para tus ojos . . .
El presidente Felipe Calderón Hinojosa, dejó deuda estimada en un poco más de los cinco mil billones de pesos, de acuerdo a estimaciones de expertos en la materia.
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