Aunque el exgobernador de Veracruz eludió responder en forma directa a los reporteros cuando le preguntaron quién tenía la razón en el enfrentamiento entre AMLO y el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, al haber defendido al dirigente de Morena quedó implícito que le dio la espalda al ahora panista.
Me atrevo a pensar que Dante superó hace mucho tiempo el golpe que sufrió cuando fue encarcelado si bien por instrucciones del entonces presidente Ernesto Zedillo, con el detalle de que quien operó su detención fue el entonces Secretario General de Gobierno Miguel Ángel Yunes Linares, y que pudiera haber ya perdonado, si es que lo hizo, pero seguramente no olvida.
En realidad sus palabras de ayer son la confirmación de un acercamiento con López Obrador y con Morena, pues apenas el domingo pasado Rafael Ochoa Guzmán, Coordinador Nacional de Trabajadores y Productores en Movimiento de Movimiento Ciudadano, le otorgó el respaldo formal a la candidata de Morena a gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez.
Para las elecciones dentro de 18 días, en Veracruz cada partido va con sus candidatos, pero se ve venir ya una alianza para la renovación de la gubernatura, con el ingrediente de la fuerza que todavía conserva el exgobernador Delgado Rannauro y el capital que trae en el magisterio Ochoa Guzmán, quien fue secretario general del SNTE y ha dicho también que el apoyo a Delfina es por instrucciones de Elba Esther Gordillo.
Morena, pues, se estaría fortaleciendo más con estos dos veracruzanos y sus miles de seguidores y simpatizantes, por lo que Pepe o Héctor Yunes, quien resulte candidato del PRI, tendrán que emplearse a fondo para competirle a Cuitláhuac García Jiménez, que tal y como va el grupo yunista azul, de acuerdo a mi percepción alimentada por lo que escucho a diario a ras de tierra, lo veo alejarse de la posibilidad de heredar el poder a uno de sus cachorros.
Dante es negociador y nada me extrañará que llegue a un acuerdo con López Obrador para ir juntos en 2018, tanto para buscar juntos la Presidencia como la gubernatura.
De la que se salvaron
El martes recordé que el pasado 12 de mayo el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares recordó que el Gobierno del Estado pasa por “una situación de crisis financiera terrible”, que persiste un déficit de casi 20 mil millones de pesos, que todavía no le dan los créditos que su administración ha solicitado y que se opera con lo más elemental, a lo que se sumó la alerta de la calificadora Moody’s de que Veracruz podría caer en incumplimiento de pagos en los próximos meses.
A estas alturas, seis meses después, deben felicitarse de no haberse embarcado en una nave que hace agua tanto la rectora de la Universidad Veracruzana (UV) Sara Ladrón de Guevara como el empresario exalcalde y exdiputado Ricardo Ahued Bardahuil.
Cosa de recordar que a los dos invitó el gobernador para que se incorporaran a su gabinete y a ambos, con toda anticipación, les dio la opción para que escogieran el área que prefirieran.
Sara le agradeció la distinción pero le dio las gracias. Su objetivo lo tiene muy claro: la universidad pública. Hoy se estaría dando con la cabeza de topes contra la pared pues no estaría haciendo alguna cosa ya que estaría sin recursos, y de máxima autoridad de la UV hubiera pasado a ser una empleada del gobernador. Además, hubiera echado por la borda la alta distinción de haber sido la primera mujer en llegar al cargo de Rectora. Sin duda, lo pensó bien y tuvo visión de futuro. Lo importante de saber con certeza lo que se quiere.
Ahued resistió la insistencia y en su momento trascendió que incluso el gobernador lo distinguió yendo a su casa a comer para tratar de convencerlo de que aceptara el cargo que quisiera. Ricardo –se comenta en su círculo cercano– fue muy sincero y directo: le dijo que tiene compromiso con el senador Pepe Yunes y que no quería verse ni terminar como otros que andaban saltando de partido en partido. Igual, de empresario próspero, sin alguna necesidad económica, hoy fuera un empleado más sentado en su escritorio sin hacer algo además de que también se estaría dando con la cabeza de topes contra la pared.
Se pertrechan diputados panistas
Mmm. Se pondrá interesante.
Mi dron me reporta que los diputados panistas se ven muy tranquilos, confiados y seguros de que no obstante que la diputación de Morena asuma en septiembre próximo la Junta de Coordinación Política ellos conservarán las posiciones administrativas claves y, por lo tanto, el control del manejo del Congreso local.
De todos modos se estarían preparando, atrincherando, pertrechando a piedra y lodo para no soltar las áreas de finanzas, tesorería y nóminas, ni la presidencia de la Mesa Directiva.
El martes, cuando se despidieron los líderes de las bancadas de Morena, del PRI, del PRD, del Partido Verde y de Juntos por Veracruz, o sea de la oposición a los panistas, luego de la sesión que tuvieron, lo hicieron con su santo y seña: “¿Quedamos en lo dicho? ¡Quedamos!”
Un fantasma recorre la Sedecop
Pero el dron, en su sobrevuelo, me transmitió también la imagen de un fantasma recorriendo los pasillos de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (Sedecop): el fantasma del todavía subsecretario Paul Martínez Marié, quien ya anunció que se va para tratar de regresar a la alcaldía de Perote.
“La verdad, anda como apestado porque ya se le abrieron todos los otros directores. Su semblante habla de que anda muy intranquilo”, fue el reporte.
Peña Nieto va a Guatemala, ¿a abogar por Duarte?
Manuel J. Jáuregui publicó ayer en el diario Reforma que el presidente Peña Nieto se apresta a ir a Guatemala.
En su artículo, en la sección editorial, con el título “Peña a Guatemala”, recuerda que allá está en el tambo Javier Duarte, “quien se robó todo lo que no estaba anclado en Veracruz”, y pregunta: “¿Será coincidencia?” “¿A qué va a Guatemala el Presidente?” “¿A qué va?”
Y suelta dos párrafos con jiribilla:
“Nada tiene que hacer ahí, salvo que sea una visita de cortesía para arreglar con su homólogo guatemalteco que Duarte no pise México hasta finales del 2018, y mientras asegurar que no suelte sopa como, por ejemplo, cuánto de lo que se robó en Veracruz entregó en efectivo para las campañas del PRI, incluyendo la presidencial del 2012.
Duarte, como muchos pájaros de cuenta, sabe dónde está enterrada la mayoría de los cadáveres de los regímenes priistas; a nadie le conviene que pise México, pues habría muchas preguntas cuyas respuestas serían vergonzantes para el PRI y sus representantes”. |