“En la última medición a Yunes Linares solamente lo aprueba el 27.9% de los ciudadanos del estado, un porcentaje incluso por debajo de la intención del voto que tiene la coalición PAN-PRD, sobre el 30-32% en el estado. Esto es, hay simpatizantes del PAN y del PRD que no aprueban su gobierno”, apuntó Marco Antonio.
Ante esto, vale la pena revisar qué es lo que en realidad ha influido para que Miguel Ángel tenga esas cifras tan bajas de popularidad. Revisemos lo que dicen tres voces públicas para darnos una idea:
1. Rafael Arias Hernández, investigador de la Universidad Veracruzana, tituló su columna Mutatis Mutandis del pasado 12 de mayo, “Veracruz se hunde”… y según sus datos Veracruz está en una recesión de más de dos años. Sostuvo además que “lo que se temía y teme, mucho de la situación empeora… pues lo necesario y urgente no se atiende lo suficiente y con efectividad”. Es decir, el minigobierno de Miguel Ángel Yunes Linares algo está haciendo mal que no le ha permitido enderezar el barco como se comprometió en su campaña política.
2. Juan Manuel Urreta Ortega, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Veracruz-Boca del Río (organismo afín afín al Gobernador en los tiempos de su campaña), expresó este 17 de mayo que “En Veracruz la actividad económica está paralizada”. Pero Urreta Ortega fue más allá, y dijo que "Se generó una gran expectativa y vemos que no es tan fácil llegar a los resultados; el discurso es fácil pero llevar a cabo las cosas y traducirlas en hechos no es tan sencillo". Y para rematar dijo algo que al parecer es de común comentario en los cafés: Hemos observado "mucha actividad en la parte política y la parte de seguridad pero la economía no mejora”.
3. El Clero también ha externado su desencanto. Primero el Padre José Manuel Suazo, vocero oficial de la Arquidiócesis de Xalapa, habló con relación al proyecto de gobierno actual. El padre fue duro al decir que “Veracruz no ve la transformación prometida” y recalcó que “el pueblo sigue con incertidumbre y no ve todavía la transformación añorada”. Pero después fue el propio arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien remató la posición del Clero al declarar que “No hay derechos humanos en Veracruz” y que “en Veracruz se viven situaciones de violencia intrafamiliar, de agresión a las mujeres, a los migrantes, a los indígenas, a los sacerdotes católicos y a los comunicadores, asaltos, levantones y desapariciones forzadas, de extorsión, secuestros, abortos, comercio de órganos humanos”.
Hasta aquí los datos duros y las voces representativas que cuando menos deberían hacer que en Palacio se enciendan las alarmas y se prendan los focos rojos.
Pero, ¿A Miguel Ángel Yunes Linares le importa la popularidad? ¿Le interesa que el pueblo lo vea igual o mejor que cuando le confiaron la gubernatura? La verdad es que NO.
¿Y por qué no le importa la popularidad y que siga la luna de miel?
Porque Yunes Linares es un guerrero de la política que tiene su propia ruta crítica para seguir empoderado en Palacio.
Porque conoce cómo se ganan las elecciones en este país.
Porque sabe hacer amarres políticos.
Porque sabe para qué es el dinero en política.
Porque sabe que las estructuras del PRI y el Verde están destruidas.
Porque sabe que Morena, como marca, tiene altos niveles de popularidad pero no cuenta con una estructura electoral ni está preparado para movilizar votantes.
Porque sabe cómo manejar los apoyos públicos, la fuerza pública, y los apretones por debajo del agua a políticos de otros partidos a los que le conviene tener en su equipo a través del fiscalizador.
Hoy la luna de miel se terminó, hay desencanto y no son suficientes los golpes de autoridad que ha puesto al encerrar a ex Duartistas, pero eso no le importa. Si de la popularidad viviera o dependiera Yunes Linares, júrelo que en lugar de defender a sus colaboradores los traería a fuetazo limpio trabajando noche y día.
Yunes Linares ganará la mayoría de las alcaldías aún contra el hartazgo popular, pese a que ya no hay miel y haya quienes quieran el divorcio. Lo que hoy tiene, sabe y trae, le alcanzará para ganar alrededor de 100 alcaldías, no lo dude.
Sin embargo, Yunes Linares tiene la vista puesta en otro momento, planea el 2018, el 2024 y muchos años más, y para esas elecciones necesitará tener, saber y traer lo que hoy tiene, pero le faltará la popularidad y simpatía. No le extrañe por tanto que a partir de julio, el Gobernador Yunes Linares, cambie su estrategia, y no, no lo verá Usted más sonriente, pero sí lo verá más aplicado en los temas financieros y económicos. La luna de miel hoy ya se acabó… pero ojo, en el 2018, viene otra boda. |