Aunque los resultados son mínimos, el propio mandatario ha sabido capitalizar los avances logrando aún tener cierta aceptación ciudadana, en una entidad que ha vivido su peor momento en materia financiera, de obra pública y seguridad.
Se quiera reconocer o no, Miguel Ángel se encuentra en la plenitud del poder.
La neta.
Es cierto, los veracruzanos exigimos resultados, pero si Yunes junto con el Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática alcanzan el triunfo de más de 100 alcaldías, y sí sobre todo pulverizan tanto al PRI como a MORENA, este estado se convertirá en un ejemplo a nivel nacional de cómo hacer política mediante el ejercicio de una alianza ganadora entre el azul y el amarillo. Coalición que según los politólogos no se dará para las nacionales, pero que al menos en Veracruz, se volvió a confirmar.
Se tiene que decir, con el oriundo de Soledad de Doblado todo es posible, Miguel Ángel no fue simple político de estado y al aceptar contender y ganar la gubernatura de dos años, buscó necesariamente las coyunturas para afianzar su proyecto político, en el cual se encuentra la sucesión jarocha ¿y porque no? la renovación nacional.
Ante esto, cuánta razón tienen los dirigentes del Sol Azteca y del Albiazul, al señalar que Veracruz es uno de los estados más importantes del país y que unidos junto con otros actores sociales, pueden ofrecer más de un millón y medio de votos, siendo este número el más alto en sufragios que puede aportar una entidad federativa a un candidato y que hace medio siglo que México no tiene un presidente de la república de origen veracruzano.
Para Mancha y al líder del PRD, a Miguel Ángel ya le toca.
En fin, las declaraciones de estos dirigentes no se deben de tomar a la ligera. Veracruz hasta el momento ha enarbolado la bandera anticorrupción y ha exhibido y dado castigo a los corruptos.
Pero para que lo anterior pase, Miguel Ángel debe de cuidar los tres momentos cruciales de su mini gobierno: Los primeros 100 días, las elecciones intermedias y la sucesión.
En los 100 días no le fue tan bien que digamos, ya veremos cómo le va en este proceso local.
El 4 de junio los panistas y perredistas se juegan al todo por el todo, ya que ellos apuestan a su propia supervivencia, mientras que los priistas ya no tienen nada que perder, y los Morenos y otros partidos mucho que ganar.
Esperemos a ver qué pasa.
@IvanKalderon
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