El domingo, dos personas fueron asesinadas en Xalapa; una más en Córdoba. En Coatzacoalcos un comando armado disparó contra los clientes de un bar, con saldo de tres muertos y varios heridos de gravedad.
También en Coatzacoalcos, ese mismo domingo, fue hallado, en estado de putrefacción, el cuerpo de un hombre en la calle Monte Albán entre las calles Mayapan y Tula de la colonia Teresa Morales. El cuerpo presentaba signos de violencia, tenía la cara vendada con cinta, y las manos atadas.
Mientras tanto, en la entrada a Poza Rica, el domingo, varios sujetos armados secuestraron a la hija del alcalde de Mecatlán, Gerónimo Luis Hernández, cuando salían, padre e hija, rumbo a la escuela. Justo en la entrada del municipio, dos vehículos interceptaron la camioneta donde viajaban y tras amenazarlos con armas de fuego los obligaron a descender de la unidad y se llevaron a la joven de nombre Mayra.
El lunes, el taxista Erick Flores Rojas de 22 años de edad, fue encontrado sin vida, con huellas de haber sido torturado y ejecutado en la carretera a Ixtaczoquitlán. Su cuerpo muestra huellas de al menos 5 puñaladas y una herida cortante en la garganta, además de múltiples cortadas menores.
A un costado de la autopista Nuevo Teapa-Cosoleacaque, al sur de la entidad fue encontrado el cadáver de un hombre, con heridas visibles de arma de fuego. El hallazgo ocurrió durante la mañana del lunes en un camino de terracería.
En Córdoba reportan el secuestro de un médico, identificado como Juan de Dios Cerón Cruz. Un grupo armado lo habría interceptado en el bulevar Tratados de Córdoba y apuntándole con armas de fuego lo obligaron a descender de su vehículo y lo subieron a una camioneta.
Estos son sólo algunos de los hechos delictivos de alto impacto que se suscitaron en sólo dos días en territorio veracruzano.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y sus más cercanos colaboradores insisten en evadir su responsabilidad. Para ellos, cuando no se trata de un problema de “percepción”, entonces es producto de la guerra del crimen organizado y, por lo tanto, corresponde a las fuerzas federales responder por ello. Cuando ya no encuentran a quién más echarle la culpa, recurren a la estrategia que tan buenos resultados les ha dado en otros momentos: Todo es culpa de Javier Duarte.
Ya va siendo hora de que la actual administración estatal asuma su papel y se aplique en una batalla seria, bien estructurada contra las bandas delictivas y que se plantee una postura autocrítica para detectar sus fallas y corregirlas de inmediato.
Los veracruzanos están en espera de resultados.
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Epílogo.
El exfuncionario del gobierno duartista, Gabriel Deantes, concluyó este lunes su audiencia intermedia y el juez de control dio por concluida esta etapa, por lo que el caso será remitido a otro juez, que se encargará de la etapa del juicio oral. A Gabriel Deantes se le acusa de enriquecimiento ilícito y tras el período de investigación su defensa presentó 119 elementos de prueba con los que pretende demostrar que el origen de sus bienes es lícito. *** El Presidente de la Comisión Especial para la Verdad sobre la Deuda Pública del Estado de Veracruz, del Congreso del Estado, Sergio Rodríguez Cortés, señaló este lunes que el gobernador Yunes Linares “no tiene voluntad” de trabajar con los diputados locales para conocer a fondo qué se hizo con la deuda que heredó Javier Duarte de Ochoa, por lo que sugirió se desintegre la Comisión. El legislador dijo no “estar en el ánimo de andar persiguiendo ni gritando”, al gobernador, para que aporte la información que posee sobre el tema. Esta comisión fue creada en el mes de enero y además de Sergio Rodríguez la integran Manuel Francisco Martínez Martínez, como secretario, mientras que los vocales son Juan Manuel de Unanue Abascal, Rodrigo García Escalante y María del Rocío Pérez. Es evidente que la ruptura de Sergio Rodríguez con el gobernador terminó por dinamitar las labores de esta comisión, que en su momento le sirvió a Yunes Linares como cortina de humo.
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