Héctor Coronel Brizio, director de Administración Escolar de la Universidad Veracruzana, fue el primer funcionario de la UV en dar la cara cuando a principios de diciembre de 2016 estalló el escándalo por la sospechosa titulación fast-track del exdirigente perredista Rogelio Franco Castán, quien el 28 de octubre de 2016, 33 días antes de asumir la Secretaría de Gobierno en la administración del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, obtuvo su título de Licenciado en Derecho firmado por la rectora Sara Ladrón de Guevara.
Para acallar los cuestionamientos, Coronel Brizio y luego el Oficial Mayor de la UV, Carlos Gómez Vignola, argumentaron que aunque Franco no había presentado examen profesional ni tesis, la titulación era legalmente “válida” porque el funcionario yunista se acogió al artículo 96 del reglamento anterior de la UV al acreditar el 71 por ciento de una maestría en Ciencias Políticas que dizque cursaba en una escuela privada considerada “patito”. Sin embargo, los funcionarios no dijeron en dónde ni cuándo el titular de la SEGOB hizo el servicio social obligatorio.
Ahora, en pleno proceso sucesorio por la Rectoría de la UV, Coronel Brizio, a través del portal de internet Gobernados.com, del cual es editor, publicó este lunes un texto sin firma titulado “Elección en la UV: Libros blancos, ¿No tan blancos?”, en el que cuestiona una supuesta “inconsistencia” en la información dada a conocer por la H. Junta de Gobierno a través de las “cédulas de registro de participación por región universitaria en la auscultación directa”, ya que su jefa no salió mucho mejor evaluada que los otros dos candidatos de la terna finalista, pese al acarreo y la presión que presuntamente vicerrectores, directores de escuelas y facultades, y líderes sindicales de esta casa de estudios habrían hecho para que el personal académico se manifestara a favor de la rectora Ladrón de Guevara, como se ha ventilado en los medios de comunicación.
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De la información que se encuentra disponible públicamente pero segmentada, Coronel Brizio, un experto en estadística, realizó un ejercicio de integración de la misma “con el propósito de mostrar una inconsistencia, seguramente debida a un error involuntario por parte de los miembros de la Honorable Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana”.
El funcionario de la UV, presunto autor del texto, advirtió que “esta editorial no se redacta con base en preferencias por candidato alguno, todos muy respetables y mucho menos dudando de la honorabilidad de la Junta de Gobierno; simplemente es un hecho que se nos ha dado a conocer, comprobable por todos y que resulta en contra del sentido común…”
Primero se refiere a las valoraciones positivas y negativas de cada candidato emitidas voluntariamente por miembros de la comunidad universitaria, las cuales fueron puestas a disposición de la comunidad por la propia Junta de Gobierno. El total global, sumando valoraciones positivas y negativas, es de 1229, de las cuales Ladrón de Guevara obtuvo 905 valoraciones positivas. “Esto significa –apunta Coronel– que de las valoraciones positivas, la actual rectora concentró el 87.4% (905 de 1035) de todas las valoraciones positivas y el 73.6% del total de todas las valoraciones (905 de 1229).”
Igualmente anota que “existe una inconsistencia en el rubro 6, ‘Opinión Emitida por la Comunidad’, pues en las mismas cifras arriba citadas, Sara Ladrón de Guevara tiene, en el peor de los casos, casi un 74% de opiniones positivas de todos los que manifestaron opinión (positiva o negativa) y el 88% de entre aquellos quienes manifestaron opiniones positivas (únicamente)”
Refiere que Jorge Manzo obtuvo el 5.22% de todas las opiniones positivas y Rosío Córdova el 7.38%, contra un 87.4% de la actual rectora, por lo que afirma que “no es posible lógicamente suponer que, dados esos resultados, el puntaje menor sea asignada a la candidata Ladrón de Guevara, quien de 20 puntos recibió 13 cuando “obtuvo el 87.4% de las opiniones positivas (905 respuestas positivas)”; a Rosío Córdova le asignaron 16 puntos con el 7.38% de las opiniones positivas (76 respuestas positivas), y al doctor Manzo 20 puntos de 20 “cuando obtuvo el 5.22% de las opiniones positivas (54 respuestas positivas)”.
“Seguramente debe haber habido un error involuntario por parte de quienes tuvieron a su cargo el vaciado de la información al asignar el mayor puntaje, a quien tuvo el menor número de opiniones positivas…”, expone Coronel Brizio, quien concluye que “no se valdría ‘mano negra’ en los libros blancos de tan importante proceso para todos los veracruzanos.”
Sin embargo, lo que el funcionario de la UV no cita es que su jefa obtuvo 905 valoraciones positivas pero 190 negativas, mientras que la doctora Córdova tuvo 76 positivas y solo 4 negativas, y Manzo Menes recibió 54 positivas y cero negativas.
Y, en cuanto a Estudios de Posgrado, Publicación de Obra y Formación de Recursos Humanos, los tres aspirantes finalistas a Rector obtuvieron el máximo puntaje de 10; en Distinciones y Reconocimiento, Ladrón de Guevara tuvo 12 de 15 puntos, Rosío Córdova 15 de 15 y Manzo 13 de 15; en Experiencia Académico-Administrativa, obviamente la rectora recibió 15, la mayor calificación; Córdova 3, pero el doctor Manzo alcanzó 12; y, en Plan de Trabajo entregado, prácticamente empataron ya que de 20 puntos Sara y Manzo obtuvieron 18 y la doctora Córdova 17, cifras que sumándole las referentes a la de Opinión Emitida por la Comunidad, le dan un total favorable a Manzo de 93 puntos, cinco más que la rectora (88) y 12 arriba de Córdova (81).
Eso parece explicar la inquietud y preocupación de Coronel Brizio y demás subordinados de Sara, ya que la Rectoría quedaría entre ella y el doctor Manzo, pues a la doctora Córdova le podría afectar su relación de pareja con Hipólito Rodríguez Herrero, próximo alcalde xalapeño de MORENA, partido muy confrontado con el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares. |